Calahorra

Un futuro mejor para el casco antiguo

El casco antiguo de Calahorra es una de las áreas municipales más complicadas de gestionar por la enorme superficie que abarca y los problemas que genera, principalmente por el aumento de edificios en ruinas y por albergar las zonas marginales de la ciudad. También ofrece los mayores recursos patrimoniales. Aquí están los museos de la Romanización, Verdura, Pasos de Semana Santa, Casa Santa y Museo Inclusivo de Fotografía Bella, sala de exposiciones y yacimientos arqueológicos, diversos edificios históricos civiles y religiosos, y espacios únicos como las Cloacas romanas, cuyas obras de musealización están paradas.

Concentra servicios destacados como la Escuela Municipal de Música y Artes Escénicas, el centro de educación de adultos, colegios, albergue de peregrinos, conservatorio, teatro Ideal, cuartel de la Policía Local, sala cultural Ermita de la Concepción, sedes de varias concejalías, el centro cultural Deán Palacios, Centro de Coordinación de Servicios Sociales Comunitarios de Rioja Baja y los cuartos de las peñas y club taurino, entre otros.

Pero todo ello no evita que buena parte de los ciudadanos sigan mirando al barrio histórico con recelo. No lo consideran un lugar atractivo para residir y convivir, algo esencial para asegurar su futuro y evitar el abandono.

Recientemente el Ayuntamiento hizo público que desde junio de 2023 hasta junio de 2024 ha invertido más de un millón de euros en derribos de inmuebles en ruina. Eliminar el peligro de estas construcciones se ha convertido en una prioridad, algo que corrobora la nueva responsable de la concejalía del Casco Antiguo, Raquel Moral, que sustituye a Estela Cabezón quien dimitió en mayo.

«Afronto este cometido con mucha ilusión, porque me he criado en estas calles. Estudié en el colegio San Andrés, pertenezco al grupo de antiguas alumnas, mi parroquia también está aquí (San Andrés) y todos los recuerdos de mi infancia», explica.

Asegura que «en primer lugar, tengo como prioridad reunirme con el consejo del Casco Antiguo para retomar el pulso del primer encuentro y conocer de manera directa qué les preocupa a los colectivos implicados». Añade que «en segundo lugar, quiero continuar con la política de demoler las edificaciones en ruina y adquirir esos espacios para reconvertirlos en lugares de convivencia, que puedan ser desde aparcamientos hasta zonas deportivas con juegos infantiles».

Cita el interés por realizar actuaciones que mejoren, revitalicen y dinamicen el barrio histórico, como la construcción de un aparcamiento junto al yacimiento arqueológico de Las Medranas.

El domingo 14 de julio tuvo lugar una nueva cita del rastro y del viernes 19 al domingo 21 esta zona celebra sus fiestas con música, deporte, folclore, actos infantiles y encuentro intercultural, entre otras propuestas. Quedan por delante propuestas como El Casco Antiguo Suena o Una ronda con Arte Joven del Consejo de la Juventud.

El presidente de la asociación de vecinos, Gabriel Aragón, señala que estas actividades atraen público y dan vida al barrio de manera puntual, pero se requiere mucho más para recuperarlo.

«Es necesario convocar la mesa del Casco Antiguo. En el único encuentro mantenido hasta la fecha presentamos ideas como se debe facilitar a la gente más información sobre las ayudas, soluciones y trámites para evitar que las casas tengan que derribarse al convertirse en ruinas, así como los derechos de los propietarios y de los inquilinos. Hay que facilitar la burocracia, porque resulta muy complicada, también para las empresas», expone Aragón.

«La comunicación entre la asociación y el Ayuntamiento es buena y creo que es fácil llegar a acuerdos, aunque se requiere reunir a los colectivos para colaborar entre todos y lograr resultados. Se necesita una continuidad y la implicación de todos los grupos políticos», termina.

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