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La hermana Nieves Rut, junto a los patrocinadores del proyecto. S. A.

De la tierra a los frascos medicinales

Cáritas lanza un proyecto de huerto social con el monasterio de Vico para elaborar cremas

Jueves, 15 de mayo 2025, 07:20

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El horizonte va pintándose del lila de la lavanda, amarillea con las caléndulas y reverdece con las hierbaluisa. Ganará colores con la rosa mosqueta y tomará los aromas del tomillo, el romero. Son los tintes que está adquiriendo un nuevo proyecto de economía circular emprendido por Cáritas Arnedo, la parroquia y la colaboración del monasterio de Vico: dentro de los huertos sociales que llevan ocho años dando frutos, las monjas cistercienses cuentan con una parcela para cultivar plantas medicinales, que después pueden destinar a la elaboración de las cremas y otros productos que realizan y venden al público.

La familia Sopranis Beneyto cedió un gran terreno a Cáritas para lanzar hace casi una década el proyecto de huertos sociales, que siguen siendo un lugar donde muchas familias tienen un apoyo al criar verduras y hortalizas que llevan a la mesa sin tener que pasar por las cajas de los supermercados. Alrededor del 85% del terreno sigue cuidado y produciendo con el apoyo de la empresa arnedana Etilisa desde sus inicios, al hacerse cargo de los costes de la plantación. Ahora, una de esas parcelas busca nutrir de materia prima a las monjas de Vico para contar con las plantas que precisan sin necesidad de gastar en tiendas y herbolarios.

Los terrenos de los huertos sociales que promueve Cáritas desde hace ocho años han reservado una parcela para el cultivo de las plantas medicinales y aromáticas. S. A.

En este huerto crecen las plantas que las hermanas cistercienses han indicado que precisan para elaborar cremas, ungüentos y aceites: salvia, lavanda, hipérico, caléndula, romero, tomillo, violetas, aloe vera, canela, clavo, jengibre, nuez moscada, cayena... La venta de estos productos forma parte de sus escasos ingresos, junto a los dulces que les caracterizan –y que una vez al año, por navidades, bajan al Centro Fundación Caja Rioja–.

Los niños de catequesis y la Fundación Francisca Bretón colaborarán en la recogida para, así, conocer el beneficio de las plantas

Desde hace nueve meses van creciendo. Han llenado el terreno de colores. En algo más de un mes llegará la recolección, después de haber realizado ya una de las caléndulas. Para esta, y con el objetivo de dar estabilidad al proyecto y extenderlo a la localidad, Cáritas contará junto a sus voluntarios con los niños de catequesis de primera comunión para la recogida. Y también ha ofrecido participar a la Fundación Francisca Bretón, contemplando la opción de que pueda beneficiar a los niños o mayores con trastornos cognitivos con los que trabaja.

«La parte de cultivo y mantenimiento corre a cargo de voluntarios de Cáritas, y en la recolección podrán participar los colectivos invitados –explica el director de la entidad en la ciudad del calzado, Santiago Álvarez–. Esos mismos colectivos tendrán la oportunidad de conocer de mano de las hermanas cistercienses cómo realizan los productos medicinales y cosméticos que se elaboran teniendo como base las plantas». Con la sonrisa siempre permanente de la hermana canaria Nieves Rut, los niños entenderán así que el fundamento de muchos remedios puede estar en casa y en un conocimiento natural heredado de generación en generación.

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