El aula abierta que todos desean en Arnedo
La Escuela de Verano recibe a 208 niños este mes de julio y a 131 en agosto, en una edición en la que el Ayuntamiento ha logrado eliminar la lista de espera
Un total de 339 niños a lo largo de estas vacaciones escolares van a disfrutar de la Escuela de Verano promovida por el Ayuntamiento de Arnedo con financiación del Plan Corresponsables del Gobierno de España: 208 ya juegan, ríen y conviven juntos cada mañana de lunes a viernes en este mes de julio en el primer turno; serán 131 en el turno de agosto, que ha experimentado un notable aumento de inscripciones.
De hecho, el aumento de interés de las familias llevó a una lista de espera de un buen puñado de niños desde 1º de Infantil a 3º de Primaria, los nacidos entre 2021 y 2016. Ante esa alta demanda, el Ayuntamiento esperó a que el Gobierno de La Rioja asignara los fondos del Plan Corresponsables para aumentar la capacidad y dar respuesta a todas las familias interesadas. «Constatamos por qué la Escuela de Verano tiene tanto éxito entre las familias: los niños pasan las mañanas de verano en un pulmón verde y de agua, en un ambiente fantástico –aplaudió ayer la alcaldesa, Rosa Herce, al visitar en la frescura del parque del Cidacos este servicio de conciliación familiar junto a la edil de Juventud y Festejos, Sandra Rodríguez–. Los niños nos cuentan que están felices de disfrutar en este lugar inmejorable de todas las actividades que se preparan».
Para atenderles, hay un total de diecisiete monitores, con dos responsables, uno para los 131 de Infantil en este turno y otro para los 77 de Primaria. Entre ellos, nueve monitores en prácticas, una cantera de jóvenes voluntarios que surge de los cursos de monitor de ocio y tiempo libre que promueve con frecuencia el Ayuntamiento arnedano.
La Escuela de Verano recibe cada mañana a los pequeños en el aula de madrugadores de 08.45 a 10.10 horas. Los monitores ya les ofrecen actividades y juego libre. Desde las 10.15 se reparten en cinco grupos por edades y se lanzan a una mañana de diversión y aprendizaje. Mesas para manualidades, juegos variados como béisbol pie o el balón prisionero, una zona para hacer pompas de jabón... «Buscamos montar juegos tradicionales con imaginación y motivación para que los niños tengan ganas e incentivos cada mañana para compartir con nuevos amigos de otros colegios y ambientes», explicaba Marta Argaiz, al frente de la celebración y organización diaria. Además, comparten excursiones a conocer una bodega, mañanas en la piscina o este viernes la esperada fiesta de la espuma.
