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La iglesia de la Asunción de la aldea de Luezas, tras la obra de arreglo del tejado. D. M. A.
'Apadrina una piedra' del templo de Luezas
Soto en Cameros

'Apadrina una piedra' del templo de Luezas

Una campaña recoge donativos para sufragar los gastos de rehabilitación de la iglesia de la Asunción de la aldea del Camero Viejo

Diego Marín A.

Logroño

Miércoles, 11 de diciembre 2024, 07:16

La asociación de Amigos de Luezas de Cameros ha puesto en marcha la campaña 'Apadrina una piedra' para sufragar los gastos de rehabilitación de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, que lleva décadas cerrada por ruina. La Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño cedió el uso de los templos de las aldeas Treguajantes y Luezas al Ayuntamiento de Soto en Cameros y este, a su vez, a las asociaciones que dan vida a estos pequeños municipios. El Consistorio soteño solicitó al Gobierno de La Rioja una subvención para la consolidación de las bóvedas y paredes de la nave central, una obra valorada en 48.358 euros. El Ejecutivo regional ayudará con 39.678 euros, pero los 8.680 restantes los debe aportar la propia aldea, así que han ideado la campaña 'Apadrina una piedra' para recaudar fondos, haciendo partícipes a los donantes de la restauración. Eso sí, los primeros en aportar han sido los propios vecinos, 92 personas han donado 85 euros cada una.

«Debido a que ha disminuido el porcentaje de subvención del Gobierno, y de que el Consistorio tiene que atender muchos compromisos, se solicitó la colaboración de los vecinos y de Amigos de Luezas para obtener financiación», explica Pedro Elías Cristóbal, alcalde de Soto. «Me parece muy interesante esta iniciativa, creo que sirve para unir a los vecinos, dar a conocer Luezas y poner en valor un edificio muy interesante», añade Cristóbal.

La despoblación, severa a partir de 1960, provocó que la iglesia, del siglo XVI, quedara sin uso, se abandonara y comenzase su deterioro. «Ha habido varios intentos desde los años 80 de arreglarla y no ha habido manera. En 2019 se pudo arreglar la cubierta para frenar el deterioro, pero la puerta está tapiada, así que no se puede acceder», cuenta Charo Rodrigo, presidenta de Amigos de Luezas. «Aquí lo hemos hecho todo siempre a vereda, entre todos hemos arreglado el cementerio, las calles, construimos el centro social, hemos mantenido las cunetas de la carretera. Aldeas como esta o nos movemos o no llega nada», advierte Charo Rodrigo. Por no llegar no llega ni el camión de la basura, por lo que tienen que bajarla hasta Soto. Y hasta hace apenas unos meses tampoco había suministro eléctrico. Así que la iglesia también es una cuestión de los vecinos, como sucedió en Treguajantes.

A través de la web luezas.es se puede obtener información sobre el proyecto y las donaciones. «Nos da mucha pena no poder disfrutar de nuestra iglesia, donde mi madre, que tiene más de 80 años, hizo la comunión. Queremos darle una segunda vida, darle un uso social, organizar actividades y que se pueda visitar», expone Charo Rodrigo.

Y es que, en los años 70, la Diócesis se llevó sus bienes pero, después, fue totalmente expoliada. «Se llevaron hasta la tarima», lamenta Rodrigo.

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