Alfaro
El circo también es para el veranoEl noveno festival Artencalle contó con tres espectáculos para todas las edades que han aunado circo, teatro y humor
Como muchas cosas que son para el verano, los alfareños y visitantes tienen desde 2015 una cita en la agenda, el Artencalle, el Festival de Teatro, Circo y Artes de Calle organizado por el colectivo cultural Quatre Cats con el patrocinio del Ayuntamiento y del Gobierno de La Rioja. En esta novena edición, saltos y acrobacias, humor y movimientos casi imposibles han tomado forma en tres espectáculos gratuitos.
Este Artencalle comenzó en la refrescada noche del sábado con el espectáculo de circo, danza y teatro 'Nüshu', de la compañía catalano aragonesa Capicúa, cinco artistas de largo recorrido, desde 2009, que atraparon al público con el lirismo de sus números sobre escalera, barra vertical o cuerda, una puesta en escena poética en los movimientos pero reivindicativa en el mensaje: «Cada prenda que vestimos tiene una historia», decía la voz de una tienda de vaqueros, pasando a relatar las de niños de países empobrecidos que sufren explotación laboral para que el primer mundo se vista a la moda.
También con pizcas de humor, sorprendieron al público con sus danzas, acrobacias y juegos corporales casi contorsionistas, en alardes de fuerza, equilibrio y coordinación.
El programa del domingo fue doble. Al cubierto del pabellón del colegio La Salle-El Pilar, el madrileño Javi Javichy y sus 29 años de oficio hicieron reír y disfrutar a mayores y pequeños a mediodía. La complicidad, la continua interacción y la conexión total convirtieron el espectáculo 'Veló como el rayo' en un deleito para niños, enganchados por sus números con las pelotas, el diábolo o los equilibrios, y para mayores, que no dejaron de reír con su humor fino, irónico e inteligente. Todos se sintieron parte de la actuación, todos sonrieron y volaron con su sueño de ser actor.
El tercer capítulo del Artencalle llegó con el atardecer de nuevo en la plaza de España, con el suizo portugués Dúo Niu, y el teatro físico de 'Pandora', una colección de portes que parodió esta sociedad de la sobreinformación.
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