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Una cata para estrujar el tiempo estival
En el tránsito entre las de San Roque y las del Burgo, el paseo de La Florida vivió en el atardecer del sábado la Fiesta Fin de Verano con gastronomía y música
Como tantos riojanos, los alfareños viven en estas semanas la transición entre el tiempo vacacional y el regreso a la rutina laboral o escolar. Entre el verano y el inminente otoño y sus normalidades. Pero también, y esto es un caso exclusivo para los de Alfaro, estas semanas son el viaje entre sus fiestas patronales por San Roque y San Ezequiel, gozadas con plenitud del 14 al 20 de agosto, y las casi inminentes fiestas por la patrona, la Virgen del Burgo, que vivirán del próximo miércoles al domingo.
Entre unas y otras, entre las patronales y las terceras y últimas del año, el Ayuntamiento de Alfaro propuso ayer un nuevo plan a los alfareños. Con brindis al calendario y llamada a estrujar de este verano al que le quedan una veintena de fechas, promovió la primera edición de la Fiesta Fin de Verano, que contó con una cata de cervezas y posterior fiesta de pinchadiscos en el paseo de La Florida.
Y el público respondió como con tantas citas durante este verano de regreso a la normalidad con las ganas acumuladas durante las limitaciones de la pandemia. En los días previos, un total de 220 personas adquirieron sus billetes para participar en la cata maridada de tres cervezas con tres pinchos por un precio de 12 euros.
Desde la satisfactoria experiencia del Bodegas en la Calle, la degustación popular de los caldos de las firmas alfareñas que el 6 de agosto reunió a casi 1.500 personas, el Ayuntamiento ubicó esta Fiesta Fin de Verano en el paseo de La Florida, uno de los lugares privilegiados de la localidad. Ya en el atardecer, a partir de las 19.00 horas, comenzó la cata con un gran ambiente buscando la sombra y frescura de los árboles del parque.
Con el adorno y animación de las explicaciones desde la organización por parte de Alberto Martínez, los participantes en la cata probaron dos cervezaz 'pilsener' y una triple malta compartiendo brindis con respectivos pinchos como fajitas picantes, una mini hamburguesa y, para rematar, un brownie de chocolate. Y entre trago y trago, conversaciones con amigos y vecinos de mesa.
Después de hora y media de cata, continuó la fiesta ya abierta a todo el que quiso acercarse hasta La Florida, que contaba con las barras de varios hosteleros locales. Y con la música de los pinchadiscos de Cintruénigo MasMarcus y Xellis, que pusieron música comercial hasta pasada la medianoche.