Los cultivos extensivos cierran 2024 con unos resultados negativos

El último boletín del Observatorio de Precios Agrarios de 2025 señala que «esto se debe al papel predominante de la meteorología, que tuvo un comportamiento muy irregular, tanto en el tiempo como en sus efectos en las distintas zonas productoras».

Asimismo, explica que aunque hubo precipitaciones superiores a la media, se produjo una distribución anómala y la sucesión de meses muy secos con temperaturas elevadas (marzo y abril), con otros de lluvias abundantes (mayo), algo que afectó a estos cultivos, especialmente en el extremo occidental riojano, principal zona productora. Sin embargo, en el valle alto del Najerilla y Rioja Media, los resultados pueden considerarse buenos.

La cosecha irregular comenzó a operar en los mercados en septiembre con cotizaciones claramente inferiores a las vigentes en este mismo mes en 2023 y 2022, y con sensaciones en general bajistas, dada la buena cosecha lograda en el total nacional.

El boletín recoge que, desde entonces y hasta diciembre, la evolución de los precios ha sido de leves subidas y de aumento de la volatilidad debido al difícil contexto político internacional.

En el inicio de 2025, en el campo continúan las siembras de cebada y los trigos muestran buena nascencia.

En el caso de la patata, cerró 2024 sin cambios en el precio para consumo en fresco, con la cotización más alta de toda la campaña hasta entonces. Para el resto de producción, su rentabilidad quedó garantizada gracias a los contratos con las empresas.

La patata comienza 2025 con repetición de precios, poca mercancía en manos de los agricultores y con los almacenes centrados en la comercialización de las variedades que tienen en las naves destinadas a los contratos de la industria del frito.

La campaña de molturación y recogida de remolacha prevé su finalización hacia el 15 de enero y ha superado el 80% de la superficie cosechada. La falta de precipitaciones ha propiciado que la recolección avance a buen ritmo.

Respecto a uno de los sectores más importantes de La Rioja, el del champiñón y la seta, la campaña comenzó en septiembre y desde entonces los precios de todos los hongos en sus diferentes formatos se han mantenido estables. El aumento de días festivos de diciembre y enero afecta a la comercialización y el exceso de producción se almacena en las cámaras frigoríficas.

Lo mismo ocurre con las hortalizas riojanas. Los distribuidores reducen su actividad al mínimo y guardan los productos recogidos a la espera de la reactivación de su consumo.

En diciembre se produjo un adelanto en el desarrollo de los cultivos y, aunque no hubo demanda en el mercado, los precios se mantuvieron estables o incluso registraron un aumento como ocurrió con el romanescu, la coliflor o el apio.

La fruta de pepita quedó relegada a un segundo plano en los últimos días de 2024, aguardando en las cámaras y dando servicio a los pedidos de los clientes con los frutos almacenados en las cámaras de frío convencional.

En la almendra, desde que en 2022 se anotó el máximo de los últimos cinco ejercicios se ha acumulado una reducción de más del 25% en las marconas, y del 18% en larguetas y en variedades de floración tardía. Solamente las comunes se escapan parcialmente de esta situación al anotar un avance con respecto a 2023 del 3%, y un descenso en relación al precio de 2022 del 5%.