Clases de agricultura con la huerta como la mejor de las aulas

Pero su negocio había nacido también con otro objetivo y era el de aportar algo a los demás. «Fue entonces cuando abrimos el aula didáctica en una pequeña caseta de aperos que adaptamos», recuerda Ana.

«Detectamos, por un lado, que cada vez había más gente interesada en cultivar su propia comida (verduras) con los métodos más naturales posibles, y por otro, la necesidad de los colegios de enseñar cómo se obtiene lo que comemos», afirma esta agricultora.

De esta forma, La huerta de Rizos, además de cultivar y producir lo propio de la zona en una pequeña explotación, cuenta con talleres medioambientales para los más pequeños (donde aprenden a cuidar su entorno y a ver de dónde viene lo que comen) y también otros talleres para los mayores (talleres para establecer micro huertos urbanos en terrazas o pequeños espacios, talleres de agricultura ecológica, talleres para la recuperación tras una plaga, talleres de tratamientos regenerativos...).

Además, también ofrecen servicios de consultoría para aquellos que quieren un huerto más profesional o incluso para aquellos profesionales que quieren hacer la transición hacia métodos ecológicos.

Ana se ha visto sorprendida por la respuesta que han obtenido a sus diferentes convocatorias, y especialmente por la presencia de muchos jóvenes entre su alumnado: «Cuando empezamos, lo hicimos pensando en gente más mayor, pero nos ha sorprendido la cantidad de gente de alrededor de 30 años que se inscribe en los diferentes talleres. Creo que se ha vuelto a mirar al campo. La gente joven cada vez está más informada, quiere ver y saber qué hay detrás de cada producto que consume y qué método se ha utilizado para conseguirlo. Cada vez demanda más que lo que come esté libre de tóxicos», explica Ana Lafuente, que añade: «La presencia de gente joven resulta esperanzadora».

También las circunstancias van cambiando porque ahora «cada vez es más fácil que se disponga de un pequeño espacio en terrazas o balcones, o una pequeña zona de huerta en las viviendas unifamiliares, y aunque sea en una terraza, parece que todos queremos un mayor contacto con la naturaleza».

Los hermanos Lafuente, no obstante, tratan de ponérselo fácil a sus clientes: «Cuando instalamos un huerto en una terraza o sobre el terreno, tratamos de dejárselo todo preparado para que no sea duro sacarlo adelante. Les solemos dejar el riego instalado e incluso unas mallas textiles para que salgan muchas menos hierbas. Se tratan de que gocen y disfruten, no de que sea mucho más trabajo extra».

A la hora de señalar cuál es el taller más demandado, Ana lo tiene claro: «El de micro huerto ecológico, porque es para el que menos espacio necesitas y por lo tanto, el más fácil de instalar en casa. Es por el que todo el mundo empieza, luego ya seguirá o no por otros, pero suelen empezar por ése».

Para los coles, La huerta de Rizos, diseña una jornada de experiencias «con actividades que hacen divertida la mañana, y la mayoría de los colegios que han venido hasta ahora, repiten al curso siguiente. Además, algunos de ellos, incluso dependen ya de un pequeño huerto en sus instalaciones». Estas jornadas han servido para 'abrir los ojos' a niños que, según explica Ana, «nos decían que ellos no comían alubias verdes como las que les enseñábamos en las plantas, que su madre les ponía otras que vienen en bote...», recuerda divertida «aquí pueden ver mucho de lo que estudian en los libros».

Ana invita a pasarse por su web a través de la cual conocerán los diferentes cursos y talleres que están disponibles y a los que pueden acceder por mail o por teléfono.