La campaña de la almendra se generaliza con previsión de más cosecha que en 2023
El calibre de este fruto seco varía en función de si el cultivo se produce en zona de regadío o en parcelas de secano
La campaña de la almendra se ha generalizado en buena parte de La Rioja Baja, aunque en zonas como el Alhama-Linares, están iniciando ... ahora la recogida.
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En la SAT La Galera de Aldeanueva de Ebro la actividad no cesa estos días. Los operarios se ocupan de recibir la almendra y realizar las primeras pruebas (se cascan y pesan algunos frutos de cada partida para ver el rendimiento y en un aparato se mide la de humedad). Posteriormente, las introducen en una enorme máquina de secado, se almacenan y las cargan cuando llega el camión del comprador, la SAT Frutos Secos Gil de Valderrobles (Teruel).
Javier Sertucha, técnico de servicios agrarios de ARAG-Asaja en Aldeanueva de Ebro, explica que la campaña comenzó a finales de agosto y esperan terminar pasada la fiesta del Pilar. «Tenemos un 20% más de entrada de almendra respecto al año pasado y con un mejor calibre porque es zona de regadío», comenta.
Además de los agricultores de este municipio, traen aquí sus almendras otros de Rincón de Soto, Autol, Ausejo, Tudelilla, El Villar de Arnedo y Calahorra.
Este año han iniciado la recogida de las nuevas variedades 'makako' y 'penta', aunque sigue predominando la 'lauranne' con mucha diferencia. También cultivan 'verona', 'vairo' y 'soleta'.
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5.655 toneladas de almendra
se recogieron en La Rioja en 6.630 hectáreas productivas (hay otras 1.556 que no producen).
Sergio Moreno, de Autol, apostó por la 'penta' porque le gusta cambiar. Está produciendo a partir del tercer año. En trescientos árboles ha obtenido seiscientos kilos. Continúa con la 'vairo', 'lauranne' y ha puesto esta campaña 'makako', todo en secano.
Según el presidente de la Sociedad Almendrera Cerverana, Javier Garijo, de Rincón de Olivedo, en el Alhama-Linares está comenzando ahora la recolección (al terminar la vendimia) y finalizará en noviembre.
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«Esperamos algo más de almendra, pero de calibre pequeño. Estamos en una zona de secano y el año pasado, si mal no recuerdo, tuvimos unos 300.000 kilos. Los vendemos a la empresa Legaz de Murcia desde hace dos años. Se subasta y el que más paga se la lleva», señala Garijo.
En la comarca cerverana el cultivo va a menos y predomina la 'largueta' y la 'guara'.
Tanto Sertucha como Garijo coinciden a la hora de destacar la subida de precios de la almendra y esperan que siga la tendencia porque hay margen y se necesita para contrarrestar los altos costes de producción.
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El servicio de estadística agraria del Gobierno de La Rioja prevé un aumento de la cosecha respecto a 2023, aunque la sequía prolongada durante los dos años anteriores arrastra consecuencias negativas. En 2024, las temperaturas muy elevadas de primavera y la falta de agua en fases críticas del desarrollo del cultivo, provocaron estrés hídrico que afectó al tamaño final de los almendrucos que no pudo mejorar con las lluvias posteriores.
Las tormentas de julio y agosto fueron positivas para el estado de los árboles y el descocado del fruto, pero no para el desarrollo del mismo. Ya era tarde.
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