¡Socorro, un cachorro en casa!
Educación, cuidados veterinarios y atención, las claves para que el nuevo miembro sea uno más de la familia
Los cachorros son adorables. Pocos se pueden resistir a la dulzura de un perro o un gato pequeño y eso es lo que muchas veces nos empuja a contar con una mascota, pero hay que tener en cuenta que ese aparente juguete es un ser vivo. «Antes de tener un cachorro hay que hacer una buena reflexión en casa sobre si vamos a tener tiempo y dinero, porque los gastos de veterinario son importantes», expone el veterinario Carlos Bustillo, de la clínica Bustillo Veterinarios de Logroño, quien también señala que hay que saber bien elegir la raza, por sus diferentes características. Y es que no es lo mismo tener un yorkshire que un dogo.
«Teniendo todo claro, hay que elegir una buena alimentación y, lo primero, llevarlo al veterinario para auscultarlo y descartar patologías congénitas», recomienda Carlos Bustillo. Eso sí, mientras que en los perros es obligatoria la vacuna de la rabia, los gatos, en La Rioja, no tienen obligación de ser vacunados. Por precaución, siempre se ha mantenido a los cachorros en casa, sin salir a la calle durante sus primeros meses de vida a fin de prevenir enfermedades, aunque los buenos tratamientos veterinarios actuales ya reducen mucho ese tiempo. «Se han reducido bastante las enfermedades transmitidas por animales, como la parvovirosis o el moquillo, ya que la mayoría están vacunados. Sí que hay que tener mucho cuidado al principio de no llevarlo a colectividades, pero es bueno sacarlo cuanto antes para su sociabilización, que reciba muchos estímulos, jugar mucho con ellos», recomienda Carlos Bustillo.
«Antes de tener un cachorro hay que hacer una reflexión sobre si tenemos tiempo y dinero»
«Lo ideal es que se mantenga junto a la madre y la camada hasta los tres meses como mínimo»
«No es conveniente que se quede solo en casa los primeros días, deberíamos poder estar con él»
Ana Rodríguez
Educadora canina
También es esencial que el animal tenga su propio lugar seguro en casa y que no dependa mucho de nosotros para que no le genere estrés y sea independiente. Para la etóloga felina Celia Alesanco, autora del libro 'Gatos. Manual de instrucciones', «es muy importante el periodo de socialización». «Lo ideal es que se mantenga junto a la madre y la camada hasta los tres meses como mínimo, y si es más mejor. Y si no es posible, lo ideal es que vaya a una casa donde conviva con otros gatos, después de hacer los correspondientes test y presentaciones», advierte Alesanco porque, señala, los gatos que viven solos desde muy pequeños tienen más tendencia a tener episodios de agresividad en el futuro.
«Es esencial no jugar con ellos con manos o pies porque, aunque puede ser gracioso cuando son bebés, se puede volver un problema grave cuando crecen, por lo que es esencial que disponga de juguetes o interactuar con ellos con cañas», expone. Además de su propio espacio seguro, el gato debe tener en casa su propio arenero, comedero y rascador, porque si no arañará el mobiliario en su necesidad de afilar las garras y ese hábito será difícil de eliminar. Si decidimos castrarlo, algo que se recomienda, lo ideal es esperar hasta los seis meses. «Siempre, lo mejor, es consultar con el veterinario de confianza de cada uno y seguir los protocolos que ellos nos indiquen», explica Celia Alesanco.
Arnés mejor que collar
En el caso de los perros, la educadora canina Ana Rodríguez (Dejando Huella) también recomienda, si es posible, si la situación no es extraordinaria, no hacernos cargo de un cachorro de menos de tres meses si este convive con la mamá y los hermanos. «Tampoco es conveniente que el perro se quede solo en casa los primeros días, deberíamos disponer de unos días de vacaciones para poder estar con él y, por ejemplo, acostumbrarle a nuestras salidas y entradas del hogar y estar casa», advierte Ana Rodríguez. Los perros aprenden rápido a hacer sus necesidades fuera de casa, pero para ello es necesario ser estrictos con unos horarios fijos de paseo y que estos sean ya no solo suficientemente largos sino, además, de calidad, en entornos lo más naturales posible. Que se acostumbre a estar solo no solo será bueno para él, también nos evitará muchos problemas.
«Deberíamos fomentar la calma con nuestra actitud más que con palabras. También sería ideal que no presentásemos al cachorro a la familia de golpe los primeros días sino que sea algo más pausado, en tiempos muy cortos, poco a poco, por mucha ilusión que tengamos», explica Ana Rodríguez. En cuanto a la sociabilización del perro, cuanto antes se inicie, mejor, aunque con seguridad. «Intentaría buscar espacios seguros, como un jardín o una finca privada, con otros perros que sepamos que están al día de vacunas y que tienen un buen comportamiento», señala la educadora canina, quien también recomienda evitar los collares y pasear al perro con arnés y una correa larga pero fija para que el perro pueda olfatear con cierta libertad.
Y algo que tal vez sea un secreto a voces, el 'siroco' de las 20.00 horas. «Es normal que quieran correr, jugar y morder. No hay que regañarles sino ejercer estrategias para que eso mejore», advierte Rodríguez. Y, como educadora canina, aconseja: «No esperemos a tener problemas para contar con un educador, lo ideal es trabajar conductas de forma temprana preventiva».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión