Patio de vecinos | A. V. Los Lirios

El barrio olvidado entre ríos y vías

– ¿Qué es lo mejor de vivir en esta zona?

– El entorno, que tenemos un trocito del parque más bonito y una zona natural prácticamente única, y luego la gente, que es más bien joven, alegre... Al ser un barrio nuevo, es casi todo gente joven, con hijos... hay un ambiente casi de pueblo.

– ¿Y lo peor, lo que más críticas genera entre los vecinos?

– Los accesos, el transporte pesado que parte el barrio en dos. No sé por qué tienen que seguir pasando por aquí. El ruido que genera el tráfico de la circunvalación y el ferroviario es tremendo, no se cumplen las ordenanzas de contaminación acústica y los vecinos se quejan, sobre todo porque en verano no hay quien duerma con la ventana abierta.

Y luego, hace unos años conseguimos (¡hasta que tuvimos que ir solos a Bruselas!) que los trenes de mercancías peligrosas no se detuvieran aquí, algo que ocurría pese a estar prohibido por ley. Conseguimos al menos que no se detengan, aunque siguen transitando, lo cual no deja de ser un peligro si algún día se produce un vertido.

Además, no contamos con ningún servicio público a pesar de que están aprobados, como el colegio o el centro de salud. O el puente hacia La Estrella, que era temporal y tampoco cumple la ordenanza de accesibilidad pues no tiene suficiente anchura y desemboca en la calle Plantío que no tiene acera, igual que el puente de Varea que tampoco cumple la ordenanza de accesibilidad. O sea, es que no hay ni un solo acceso decente al barrio.

– Plantee tres reivindicaciones para su barrio, las necesidades más apremiantes.

– Una, el centro de salud. De momento, deberían abrir el consultorio al menos para igualarnos con otros barrios que tienen menos población pero ya cuentan con consultorio. Aquí ni eso, está construido pero no terminan de abrirlo porque el Ayuntamiento no lo ha cedido formalmente al Gobierno ni se ha pagado la obra del todo y entonces no se pueden derivar médicos. Construir aquí un centro de salud descongestionaría mucho el de Cascajos y el de Joaquín Elizalde. Dos, el colegio, que tiene parcela asignada y cuyo proyecto se ha aprobado varias veces, la primera hace casi diez años, y sigue sin hacerse. Y tercero, los accesos. Fíjate que ya ni nos metemos en reivindicaciones de servicios culturales, deportivos o la ludoteca que nos prometieron hace veinte años.

– ¿Y qué le sobra a la zona?

– Tráfico pesado y ruido.

– ¿Alguna demanda histórica que nunca haya sido atendida?

– La pasarela y el colegio.

– ¿Qué le pide a los vecinos de su zona?

– La verdad que nos apoyan bastante, pero que estén más con la asociación. En el barrio hay muchas familias con hijos y hay actividades en las que siempre nos vemos los mismos.

– ¿Y al Ayuntamiento?

– Que no nos mientan y que trabajen. Que cumplan, que lleven a cabo las cosas que han aprobado. Porque hay asuntos que han aprobado, las desaprueban, las vuelven a llevar a pleno y a aprobar. Y que nos informen y nos mantengan al tanto, porque lo que sabemos es por contactos particulares y por la prensa.

– ¿Es un buen lugar para los niños, los jóvenes y los mayores?

– No hay servicios apropiados para los jóvenes ni para los mayores. Para los niños, el parque. Y los mayores tampoco tienen un lugar apropiado, los mandan a la residencia de Paseo del Prior o al hogar de Manzanera. Debería haber más centros de mayores y mejor repartidos. Pedimos columpios de calistenia para los mayores, pero nos los negaron porque dijeron que este es un barrio joven, pero tampoco hay ludoteca. Y con los jóvenes igual, en Logroño hay tres para 150.000 habitantes, ¿cómo puede ser eso?

– ¿Y para los animales de compañía?

– Hay muchos animales de compañía porque estamos en un entorno natural pero tampoco tienen una zona de esparcimiento habilitada.

– ¿Qué envidia de otros barrios?

– Los servicios que otros tienen y nosotros no. Ahora hemos logrado abrir la farmacia que ha sido una reclamación histórica que ha costado mucho. Hay que recordar que en pandemia para poder coger un medicamento había un control policial en al zona del Seminario, ¿qué pasa, que esto no es Logroño?