Ambiente joven con alguna estridencia

– ¿Qué es lo mejor de vivir en esta zona?

– Que hay mucha vida y mucha juventud. Y que es un barrio bastante completo: tiene muchos servicios y, aunque faltan algunos, se vive muy bien.

– ¿Y lo peor, lo que más críticas genera entre los vecinos?

– La velocidad, el tráfico y hay mucho ruido, sobre todo en la zona de la circunvalación, en la avenida López de Vega. Hemos pedido en varias ocasiones que se aísle de alguna manera, con pantallas, pero no lo hemos conseguido nunca. Hay gente bastante mayor viviendo ahí, que se queja mucho de los ruidos.

Y además por esa vía, en algunos momentos de la tarde, hay vehículos que pasan a toda velocidad.

– Plantee tres reivindicaciones para su barrio, las necesidades más apremiantes.

– Llevamos pidiendo mucho tiempo la renovación del parque Rosalía de Castro, que se está quedando muy viejo y el suelo se ha estropeado. Es donde se hacen las fiestas del barrio y hay riesgo de que los vecinos se tropiecen, además de que los columpios están bastante estropeados [durante el desarrollo de este reportaje, el Ayuntamiento ha anunciado que instalará una cubierta y renovará de forma integral este parque].

En segundo lugar, una reunión con el señor alcalde, que no se ha reunido con nosotros desde que accedió al cargo. Y eso que es vecino, ¡incluso nos prometió que se iba a hacer socio!

Y también nos gustaría que mejoraran el asfaltado de las calzadas del barrio, que está todo agrietado, especialmente en la zona del colegio Gonzalo de Berceo.

– ¿Y qué le sobra a la zona?

– El tráfico. Y también se han hecho carriles bici pero apenas nadie los usa. Muchos que van en bicicleta o en patinete siguen circulando por la acera. Es un peligro que no se puede consentir.

– ¿Alguna demanda histórica que nunca haya sido atendida?

– El centro cívico, creo que ahora ha entrado en proceso de contratación, pero aún no tenemos mucha idea de dónde ni de cuándo estará listo.

– ¿Qué le pide a los vecinos de su zona?

– Que nos apoyen un poco más. Somos muchos vecinos y pocos socios. Que den más importancia a las asociaciones, que es un punto vital para conseguir más cosas.Que se involucren, que participen un poco: si participa el vecino, nosotros podemos demandar más cosas al Ayuntamiento. Si hay más fuerza vecinal, la asociación tiene más impulso.

– ¿Y al Ayuntamiento?

– Que nos den más subvenciones porque andamos muy justos con las que tenemos ahora. Y que también se involucren más con las asociaciones. Habría que recuperar un poco las reuniones de distrito con las asociaciones de vecinos, que es una buena ocasión en la que trasladar al concejal competente los desafíos que afronta el barrio.

– ¿Es un buen lugar para los niños, los jóvenes y los mayores?

– Para los mayores, no tanto. No tienen un sitio donde estar, un centro que les acoja. En verano se pueden sentar en un banco, pero en invierno los pobres se mueren de frío. Se supone que ese centro cívico del que hablábamos antes albergaría tanto a mayores como a los jóvenes, porque aunque sí tenemos ludoteca, los chavales jóvenes tampoco tienen un lugar en el que estar o pasar el rato.

Los niños, además de la ludoteca municipal, sí que tienen muchas zonas verdes y parques, aunque algunos están en un estado francamente mejorable: por ejemplo, el parque Luis de Góngora está oscurísimo, le faltan farolas, y los niños no pueden jugar a partir de las seis de la tarde.

– ¿Y para los animales de compañía?

– Sí, hay bastantes mascotas. También está en 'veremos' la construcción de una zona de esparcimiento canino. Querían ponerlo en el parque Rosalía de Castro, en la parte más cercana al colegio y les pedimos que buscaran una zona que no invadiera tanto un parque infantil, que hay muchas parcelas disponibles en el barrio para poder hacerla.

– ¿Qué envidia de otros barrios de Logroño?

– Creo que esta es una zona privilegiada en la que no tenemos que envidiar nada a nadie.