Ser mayor no es el problema
Ante este fenómeno estructural, el presidente de UNIR aboga por aprovechar esta coyuntura en el ámbito laboral y de consumo
El envejecimiento de la población es uno de los grandes retos a los que se enfrentan las sociedades y economías de todo el mundo. España es un país «intensamente envejecido», en palabras de Rafael Puyol, geógrafo humano y presidente de UNIR, con una tasa del 20%, prácticamente. En relación a otros países del mundo desarrollados «estamos en una línea muy parecida, quizá hay alguno que se halla uno o dos puntos por encima», pero en el futuro esa pequeña diferencia «se verá reducida».
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Dentro de España, existen regiones «claramente por encima de esa media y que pueden recibir el calificativo de profundamente envejecidas», como pueden ser Galicia, Asturias, Castilla y León, País Vasco, Aragón, Extremadura o La Rioja, y que en algún caso se sitúan cinco o seis puntos por encima de la media nacional. En La Rioja el envejecimiento ha alcanzado máximos históricos, con 147 personas mayores de 64 años por cada 100 menores de 16, una proporción superior a la media nacional, que se sitúa en 137, y también a otras nueve regiones, según datos del INE.
Se dice que ya ha nacido la generación que va a tener una esperanza de vida de 100 años. «El envejecimiento es una realidad con la que hay que convivir; no va a tener vuelta atrás», porque «no hay políticas que permitan cambiarlo de una manera significativa; sí lo podrán amortiguar, pero no modificar profundamente», apostilla Puyol.
«Se plantearán problemas con las pensiones, pero también oportunidades que no podemos olvidar»
Rafael Puyol
Geógrafo humano y presidente de UNIR
Además, este experto incide en que las mujeres adquieren un protagonismo especial en este envejecimiento, porque existe una diferencia por sexos muy clara, con más mujeres mayores de 65 años que hombres. «Se aprecia, sobre todo, en las edades más altas. Por cada 100 varones mayores de 80 años llega a haber más de 300 mujeres en las edades más avanzadas», apunta. «Estamos ante un fenómeno estructural y que se va a intensificar en el futuro».
No obstante, Rafael Puyol considera que el envejecimiento «es una conquista social»; que haya cada vez más gente que viva más años y en unas condiciones de salud mejores «no lo podemos considerar solo como un problema, sino como una oportunidad», enfatiza.
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Cambio en las pensiones
Una oportunidad que se produce en dos ámbitos muy concretos, en su opinión: el laboral y como consumidores. «La pirámide laboral integrada por jóvenes va a ser cada vez más estrecha como consecuencia de la fuerte caída de la natalidad y hay puestos que no van a poder ser cubiertos por jóvenes», señala. Surge, por tanto, esa nueva oportunidad para las personas mayores «para ayudar a cubrir esos huecos». En cuanto al segundo ámbito, se refiere a la denominada 'silver economy', es decir, «esa economía que ofrece productos y servicios muy concretos y específicos para las personas de una cierta edad, que tienen un cierto poder adquisitivo».
De ahí que reitere que «enfocar el envejecimiento como un problema es enfocarlo de una manera completamente parcial». Admite que planteará cuestiones en el ámbito de las pensiones, de la discapacidad y de la dependencia, pero también oportunidades, «que muchas veces tendemos a olvidar».
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Rafael Puyol también ha puesto el foco en las pensiones. Cree que el sistema actual no podrá sostenerse, debido a que cada vez hay menos trabajadores y más jubilados. Por ello, defiende «introducir sistemas de pensiones mixtos, con una parte que siguiera como ahora, y otra en la que se incentivase algún sistema de capitalización».
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