El fiscal pide nueve años de cárcel para una pareja y dos de sus hijos por tráfico de drogas y tenencia de armas

El fiscal pide nueve años de cárcel para una pareja y dos de sus hijos por un delito contra la salud pública, otro de tenencia ilícita de armas -se les intervino un arma corta y cartuchos- y un tercero de integración en grupo criminal para la comisión de un delito grave. Además, se solicita una multa de 1.440 euros para cada uno de ellos por un delito de defraudación de fluido eléctrico. Por el tráfico de drogas, cocaína y heroína, se les reclama 22.000 euros. El juicio se celebrará este martes en la Audiencia Provincial.

De los cuatro acusados, C. G. A., M. V. M. , C. G. M. y L. G. M., tres tienen diversos antecedentes penales por hurto, amenazas o conducción sin permiso. Todos ellos, según el escrito del fiscal, forman parte de la misma familia y desde su domicilio, situado en el barrio de Varea de Logroño, han suministrado heroína y cocaína a distintas personas.

La Policía, en distintos días y horas, realizó vigilancias sobre el inmueble. El 28 de mayo de 2019, sobre las 14.50 horas, vieron que una persona se introdujo en el inmueble y salió a los pocos minutos. La interceptaron y le intervinieron en el forro de la capucha del chubasquero una papelina de heroína, de 0,43 gramos y pureza del 25%, valorada en 51,01 euros.

Dos días después, a las 18.55 horas, acudió de nuevo al inmueble y salió a los pocos minutos. Se le intervino en un falso bolsillo de su pantalón una papelina de heroína, de 0,46 gramos de peso neto y pureza del 26,1%, valorada en 56,10 euros. Ese mismo día, a otra persona que entró al edificio se le encontró heroína, de peso neto 0,45 gramos con una pureza del 25,6%, valorada en 53,41 euros.

El día 31 de mayo, a las 14.30 horas, un individuo abandonó el domicilio, pero fue interceptado por los agentes. Antes de eso, sin embargo, arrojó debajo de un coche una papelina de heroína, de peso neto 0,58 gramos, con una pureza del 24,8%, valorada en 66,99 euros. También se le intervino un pañuelo con restos de cannabis, de 4,19 gramos de peso, valorado en 21,11 euros.

Los agentes, quince minutos después, observaron a otra persona que al ser parada por la Policía, tiró debajo del vehículo patrulla una papelina de heroína, de peso neto 0,44 gramos, y pureza del 26,3%, valorada en 54,11 euros. Ya el 3 de junio, a las 12.35 horas, otra persona entró al portal y nada más abandonarlo, fue perseguido e interceptado por los agentes. En el bolsillo derecho de su pantalón llevaba una papelina de heroína, de peso neto 0,32 gamos y pureza del 26,1%, valorada en 39 euros.

En días posteriores, el 1, 2, 17 y 19 de julio, también fueron parados por la Policía diferentes personas que salían del domicilio de los acusados, portando 0,48 gramos de heroína, y otras dos de 0,42 gramos de la misma sustancia. Una de ellas «manifestó a los agentes que fue al domicilio de los acusados a pagarles una deuda de 40 euros, y que tanto él como ellos sabían que la Policía los vigilaba».

Los acusados utilizaban el piso contiguo de su vivienda, que estaba desocupado desde la muerte de su propietaria, para esconder efectos que utilizaban para el tráfico al que se dedicaban. Fueron localizados una vez que se autorizó el registro, encontrando debajo de un sillón un calcetín conteniendo un arma corta, de la marca 'Star', con su cargador con siete cartuchos en su interior, y siete cartuchos más, fuera del cargador.

Además, debajo del cojín del mismo sillón, se encontraron tres bolsas de plástico, con un peso bruto de 27,2 gramos, 26,4 gramos, y 26,8 gramos de cocaína; en otra, con la inscripción '200', un envoltorio de plástico cerrado con alambre verde con 23,6 gramos de peso bruto de cocaína.

En otra bolsa de auto-cierre aparecieron tres envoltorios que contenían 28 gramos, 50,1 gramos, y 51,7 gramos, de heroína, todo ello acompañado de recortes de plásticos negros. La sustancia intervenida resultó ser 94,36 gramos de peso neto de cocaína, con una pureza del 55,4%, valorada en 6.802,97 euros. También contenia 24,75 gramos de peso neto de heroína, con una pureza del 23,4%, por valor de 13.381,79 euros. En total, el valor ascendía 20.184,76 euros.

Por otra parte, en el domicilio de los acusados se había realizado el corte de suministro de energía eléctrica, por falta de pago, desde el 4 de agosto de 2018. No obstante, girada la visita el día 29 de julio de 2019 por el técnico del Grupo Iberdrola, pudo comprobar que el inmueble tenía electricidad, «como consecuencia de que los acusados habían realizado el enganche directo al contador». La cuantía de lo defraudado desde el corte hasta el 25 de julio de 2019, asciende a 1.489,75 euros; si bien la empresa no reclama nada.

Para el fiscal, estos hechos de los que les hace responsables a los cuatro acusados, constituyen para cada uno de ellos un delito contra la salud pública, en su modalidad de sustancias que causan grave daño a la salud, por el que reclama 5 años de prisión, otro de tenencia ilícita de armas, por el que les pide dos años de cárcel más, y otros dos más de prisión por un delito de pertenencia al grupo criminal. Además, se les pide una multa de 1.440 euros, también para cada uno de ellos, por un delito de defraudación de fluido eléctrico.

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