La falta de abogado de la víctima de Albelda facilitó la libertad de su presunto violador

Según ha relatado la familia de la joven de 28 años que ha sido agredida tres veces este año en Albelda, no dispone de abogado por falta de recursos económicos y si no ha podido acceder a uno de oficio ha sido por un trámite burocrático. En cambio, el acusado, con un amplio historial delictivo, solicitó su puesta en libertad, a lo que se sumó un escrito del Ministerio Fiscal a favor de su petición, aunque estableciendo medidas cautelares.

«La prisión provisional no puede acordarse ni mantenerse sin que alguna de las partes en el procedimiento lo solicite, de manera que debe dejarse sin efecto la medida cautelar hasta la fecha acordada», expone la jueza en el auto, aclarando que, aunque se hayan diluido algunos de indicios, esto no supone que no se mantengan sospechas de la autoría de un delito de agresión sexual con violencia, razón por la que se acordaron, igual que con el presunto agresor del pasado lunes sobre la misma víctima, una orden de alejamiento de 300 metros sobre la mujer y la prohibición de entrar en Albelda.

En el caso del presunto agresor sexual, también tiene prohibido salir del país y comunicarse con la víctima por cualquier medio, incluso a través de terceras personas. En este sentido, la jueza insta a las Fuerzas de Seguridad para que procedan a dar cumplimiento a la resolución, adoptando «las medidas que estimen convenientes para ello, dando protección a la víctima en caso de demanda de auxilio». Tal y como reconocían esta semana tanto la familia como el alcalde de Albelda, la presencia de la Guardia Civil en la localidad es constante.

Consultada la Delegación del Gobierno en La Rioja por este periódico sobre por qué no se ha activado un sistema de protección personal hacia la víctima de Albelda, se informa de que la mujer permanece dentro del sistema VioGen aunque, «en este caso, el agresor por el que entró no se encuentra cerca de la víctima y permanece localizado». La expareja de la joven fue quien la agredió por primera vez tiempo atrás y permanece en la cárcel por otros motivos. Y la familia cree que las nuevas agresiones son parte de las coacciones para que retire la denuncia contra él. «Las nuevas agresiones no se consideran violencia de género porque no ha mantenido ni mantiene una relación sentimental con ellos. Es otro tipo de violencia, no de género», expone la Delegación del Gobierno, que cuenta, específicamente, con una Unidad de Violencia de Género.