«España no reconoce a mi país pese a que hemos estado bajo su bandera»
J. C. BERDONCES
logroño.
Domingo, 5 de febrero 2023, 01:00
La condición de apátrida le abrió hace seis años la posibilidad de «aspirar a un trabajo, a una vivienda o a tener una cuenta en el banco», algo que hasta entonces no podía hacer «porque solo tenía una tarjeta verde para identificarme y poco más», relata Hmednah Taleb, una de las siete personas en La Rioja que carece de nacionalidad «pero yo siempre digo que soy saharaui».
Publicidad
Llegó a España hace once años, con 21, al pueblo extremeño de Santa Marta de los Barros. «Vine con tarjeta de estudiante, a casa de la familia con la que había estado pasando algunos veranos» en los programa de vacaciones para niños de los campamentos de Tinduf. Allá nació Hmednah, en un territorio «considerado argelino». De hecho, tiene pasaporte de ese país africano «para poder viajar sin problemas por los países que no aceptan» la soberanía de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD). «Pero no me da los mismos derechos que a un ciudadano de Argelia».
España es una de esas naciones que no reconoce a la RASD «aunque hasta 1976 hemos estado bajo su bandera», apunta. Y de hecho, los saharauis nacidos antes de ese año han venido reclamando la nacionalidad española, sin éxito por el momento.
Este vecino de Logroño desde hace seis años y que trabaja como cocinero en un restaurante japonés aspira ahora a conseguir la nacionalidad española dentro de cuatro años. Entonces acumulará diez de residencia continuada en nuestro país con esa condición de apátrida reconocida por el Ministerio del Interior. «Tengo más esperanzas en poder convertirme en español que en que se arregle el conflicto en mi país. Ahora la República del Sáhara está en guerra con Marruecos y la situación cada vez es más compleja. Nadie ayuda a nuestro país», sostiene.
«Creo que es más fácil que yo consiga la nacionalidad española, quizá en cuatro años, que ver la solución al conflicto en mi país»
Allí están sus padres y su hermano y también ve complicado que vengan a España. Espera ir dentro de unos meses porque desde que estalló la pandemia no ha podido reencontrarse con ellos. «Es muy duro, pero saben que yo estoy bien aquí, que tengo trabajo y que estoy plenamente integrado», cuenta este joven que expresa bien a las claras qué es lo que más le gusta de Logroño. «Caminar por el parque del Ebro, cerca del río. En mi país apenas hay zonas verdes y echamos de menos el agua. Aquí es maravilloso lo que tenéis. Disfruto con este paisaje, que además lo tengo muy cerca de casa».
Publicidad
Su condición de apátrida –casi todos los casos en La Rioja son de personas, como Hmednah, saharauis– no le genera problemas en su día a día pero hasta que se la concedieron «sí pasé por momentos de incertidumbre. Incluso cuando fui a la Policía Nacional a hacer los trámites me dijeron que no sabían si era algo legal».
¡Oferta especial!
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión