Los Centros infantiles de primer ciclo testan desde hoy la seguridad de la vuelta al cole

Hay padres que prefieren esperar y que han optado por hacer malabares para cuadrar sus horarios laborales con la rutina de los abuelos; algunos han decidido esperar hasta el final de la baja maternal; otros han optado por solicitar una excedencia de varios meses... Diferentes estrategias con una finalidad compartida: ver desde la barrera el desarrollo del inicio del curso escolar en los centros de primer ciclo de Educación Infantil (0-3 años) –las guarderías de toda la vida– antes de decidir si sus hijos acuden o no y cuándo al centro en el que tiene plaza.

Sandra Íñiguez, presidenta de la Asociación de Centros de Educación Infantil de La Rioja (integrada en la FER), reconoce que el miedo al virus sigue ahí y que algunos centros lo están notando (lo mismo sucede en las guarderías municipales de Logroño, donde se prevén menos alumnos que otros años), si bien la mayor parte de los pequeños (el curso pasado estaban matriculados en La Rioja más de 3.200 niños de entre 0 y 3 años) acudirá a las aulas desde hoy.

Y es que la vuelta al colegio comienza este martes con los mas pequeños como protagonistas. Muchos regresan casi medio año después. El estado de alarma cerró las guarderías en marzo, que reabrieron (no todas) en julio sometidas a un estricto protocolo de seguridad trufado de cambios de criterio y retrasos en la tramitación de sus planes de seguridad. Ahora, como el resto del sistema educativo, los centros del segundo ciclo de Infantil (dependientes de Educación) han elaborado minuciosos planes de contingencia en los que han previsto todas las incidencias que se puedan registrar durante el curso: entradas y salidas escalonadas, prohibición de que los padres entren al interior, grupos burbuja que minimizarán los contactos entre alumnos de diferentes clases y que facilitan la trazabilidad de un posible positivo, protocolos de aseo, desinfección de juguetes con geles no tóxicos, limpieza constante...

Pese a todas las precauciones, Íñiguez asume que «habrá casos positivos, pero al funcionar como grupos de convivencia se aislará una clase y el resto seguirá funcionando». El sistema es el mismo que se ha implementado en los colegios para los alumnos de Infantil y Primaria. «Estará todo muy controlado en todos los centros, hemos activado muchas medidas y analizado cómo actuar en cada uno de los tres escenarios previstos, pero es importante que el control vaya más allá de las aulas, que todos seamos conscientes de lo que hay, también fuera del centro», insiste. Este verano se registró un positivo en un menor que acudía a la guardería La Inmaculada de Logroño. Salud Pública, pese a la existencia de grupos burbuja, decidió cerrar el centro en su integridad que, tras completar el aislamiento, ya funciona con normalidad.

El nuevo curso, junto a las vinculadas al COVID-19, incorpora otra gran novedad: la extensión de la gratuidad al segundo curso a toda La Rioja (hasta ahora solo se aplicaba en municipios de hasta 5.000 habitantes). Un programa para el que los centros piden mayor agilidad en los pagos para evitar tener que recurrir a préstamos y líneas de crédito.