Casi 400 empleos riojanos, pendientes de la fusión entre Bankia y CaixaBank

Igual que ahora La Rioja ha incorporado a su lenguaje doméstico expresiones tan inabarcables como plan de contingencia general, conceptos técnicos como serología o PCR o tan indescifrables como educación presencial aumentada, hace una década se coló en nuestra jerga aquello del SIP, el sistema institucional de protección, el eufemismo que se llevó por delante a la histórica Caja Rioja, diluida junto a Caja Madrid, Bancaja, Caja Canarias, Caja Ávila, Caixa Laietana y Caja Segovia en la actual Bankia, heredera en suelo riojano de aquella tras la fusión fría.

Diez años después, el proceso de dilución de Caja Rioja (si es que quedaba algo que diluir) afronta ahora un nuevo capítulo con otra concentración bancaria, la fusión-absorción de CaixaBank (entidad dominante) y Bankia, que cuando fructifique alumbrará la mayor entidad del país.

Entonces, en el 2010, la fusión fría se cerró con algo menos de un centenar de trabajadores prejubilados y desde aquel curso la firma ha cerrado numerosas oficinas. ¿Y ahora? Desde ambas entidades explican que «aún es pronto» para trasladar sobre el terreno la repercusión que la fusión de Bankia y de CaixaBank, ambas con una potente implantación en territorio riojano, tendrá en el empleo.

En el caso de Bankia, como heredera de Caja Rioja, su presencia es superior pese a la pérdida progresiva de oficinas en los últimos años. En la actualidad, cifran desde la entidad, cuenta con un total de 51 oficinas en suelo riojano en las que están empleadas un total de 268 personas.

CaixaBank (que ya absorbió Banca Cívica –integrada por Caja Navarra, Cajasol, CajaCanarias y Caja de Burgos– y el Banco de Valencia) suma a día de hoy un total de 23 oficinas en La Rioja (Haro, Santo Domingo, Nájera, Cenicero, Fuenmayor, Logroño, Lardero, Villamediana, Pradejón, Calahorra, Arnedo, Rincón, Aldeanueva y Alfaro) en las que trabajan 116 empleados, confirman fuentes de la firma. En total, en ambas entidades trabajan 384 personas en La Rioja.

A expensas de que las negociaciones entre las dos entidades fructifiquen y se hagan públicos los términos de la fusión y su repercusión en el empleo, desde UGT La Rioja se adhirieron a la valoración realizada por los órganos estatales del sindicato. En un comunicado recordaban que «el proceso de concentración de entidades financieras no es nuevo en la última década y se ha visto acompañado de la destrucción de unos 100.000 empleos y una reducción de las redes de sucursales de más del 40%», por lo que reconocían que «es el empleo, la coincidencia de sucursales y centros de trabajo, el factor de preocupación en una fusión entre dos de las cinco primeras entidades por volumen de activos en nuestro país».

Por ello, apuntaron que, de manera coordinada, las secciones sindicales en CaixaBank y Bankia van a centrar todo su «esfuerzo en salvaguardar los puestos de trabajo y los derechos sociales y económicos de los trabajadores y trabajadoras, si este proyecto de fusión se lleva a cabo».