El balonmano empieza con las finales

El balonmano es el primer deporte de equipo de los Juegos Deportivos que encara la ronda de finales. La celebración del Campeonato de España cadete a la vuelta de las vacaciones de Semana Santa hace que sea necesario que se conozca el nombre del equipo que representará a La Rioja en esa competición, y ese no es otro que el campeón del torneo autonómico.

Los infantiles y los infantiles no tienen tantas urgencias y por ello, el desenlace de sus competiciones se demorará hasta mayo, pero para los cadetes, saber el nombre de los nuevos campeones es cosa de dos semanas.

Las primeras que abrirán el turno de finales serán las chicas cadetes. Las riojanas del Knet Calasancio tendrán este próximo sábado a las chicas del Ágreda como rivales por el título.

El partido de ida se jugará en tierras sorianas (el equipo de Ágreda juega el torneo escolar riojano) pero el campeón se decidirá definitivamente en Logroño, en casa del conjunto amarillo, quince días después: el 8 de abril, antes tendrán un fin de semana de descanso.

Los chicos deberán esperar una semana más, aunque ya se sabe el nonbres de los contendientes. Así, el próximo día 1 de abril se jugará el partido de ida correspondiente a la final del torneo de Liga cadete masculino. Los dos equipos que llegan a luchar por el título encarnan -hoy por hoy- a la mayor potencia del balonmano riojano: el Calasancio, que verá enfrentarse en un duelo fraticida al Knet Calasancio con el Knet Escolapios por la Liga cadete masculina.

El conjunto amarillo no sólo cuenta con el aval de la historia y la tradición, sino que también tiene de su parte una cantera que, de momento, se ha mostrado inagotable en el patio de Escolapios.

Los regentes del club han sabido tanto mantener los lazos que le vinculan al colegio Escuelas Pías (otras entidades han acabado rompiendo los lazos con los centros escolares que les vio nacer) como el interés de los alumnos por un deporte, que ahora cuenta con un referente claro en el Naturhouse que milita en la Liga Asobal, pero que durante muchos años vagó en una larga y penosa travesía que parecía conducir a ninguna parte.

La presencia de representantes del Calasancio en las finales escolares no es ninguna sorpresa porque en los últimos años, incluso cuando el Ciudad de Logroño comenzó a desarrollar un proyecto de cantera y parecía que en algún momento podía amenazar la hegemonía amarilla, la entidad de Escolapios supo mantenerse fiel a sus raíces y seguir trabajando de la misma forma y con la confianza que siempre le habían servido durante décadas.