Nuevo año, viejos errores

Pero la sensación del debut liguero fue muy similar a la experimentada en tierras andaluzas: un partido que se había puesto de cara en los últimos diez minutos y un bloqueo generalizado que permitió la victoria cántabra. Como hace tres meses.

Esta vez, el Ciudad de Logroño hizo lo más complicado, que fue ponerse por delante en el marcador en un encuentro en el que siempre fue por detrás, sufriendo el ritmo de los hombres de Jacobo Cuétera, técnico que ha dotado a este equipo de una defensa dura con jugadores como Juanjo Fernández o Marcio Silva. Sin embargo, gracias a las paradas de Xoan Ledo el conjunto riojano se mantuvo a flote y la verticalidad de hombres como Ismael El Korchi y Álvaro Preciado permitieron revertir la situación a falta de diez minutos.

Y con balón para ponerse a tres goles de diferencia todo el castillo de naipes se fue desarmando. Modi lanzó fuera en pasivo a falta de ocho minutos; Javi Muñoz redujo las cuentas (26-25); paradas de Tercariol a El Korchi y Javi García, y empate de Prokop cuando faltaban menos de cuatro minutos. Entonces, a El Korchi le bloquearon un lanzamiento y a Preciado le pitaron pasivo. Nuevamente el central madrileño cometió un error al pasar un balón demasiado alto a Javi García. En la siguiente jugada, Isidoro Martínez puso al Torrelavega por encima (26-27). Quedaban por delante 45 segundos, por lo que Miguel Velasco paró el reloj para intentar un ataque para igualar.

Pero no sirvió de nada. Con el balón en juego, El Korchi quiso conectar con David Cadarso y el exfranjivino Álex Rubiño robó el balón. Prokop acabó sentenciando y hundiendo la ilusión de una afición que acompañó a los suyos en esta primera cita del año. Una derrota que entraba dentro de las posibilidades ya que el Torrelavega cuenta con un gran equipo y será un serio aspirante a la zona alta. Pero también dolorosa ya que repite viejos errores.