El Logroño apuntala su recuperación en Huesca

Con el mejor ambiente de la temporada en el Palacio Municipal, el encuentro arrancó con un cuadro local muy nervioso y errático en sus primeros ataques. El Logroño mostraba una mayor tranquilidad e incluso forzó una primera exclusión de Carmona a la que no terminó de sacar todo el fruto posible.

El trabajo defensivo de la 6:0 visitante, con una vigilancia permanente a Sergio Pérez, el director de juego del cuadro oscense, empezó a permitir jugar en ventaja, incluso interesante, al Logroño (3-6, min. 11). Nolasco tuvo que buscar alternativas, que encontró durante algunos momentos con la entrada en los seis metros de Montoya, aunque luego las impresionantes intervenciones de Jorge Pérez permitieron volver a estirar la diferencia (8-12, min.21).

El plantel de Miguel Ángel Velasco siempre era capaz de responder a los tantos anfitriones, pensando siempre los ataques y eligiendo la mejor opción. El preparador local probó diferentes alternativas en ambas partes del campo, e incluso en el arco con Arguillas, pero sin éxito. Jorge Pérez tenía comida la moral a los atacantes anfitriones, con un impresionante repertorio de paradas, por lo que el Logroño se marchó al intermedio con una jugosa renta de cinco tantos (13-18). Serradilla, muy atinado y bien secundado por Rubiño, comandaban las operaciones.

La escuadra altoaragonesa regresó de los vestuarios tratando de meter una marcha más, con más velocidad en sus acciones. Sin embargo, vio cómo el Logroño mantuvo su templanza. Casado, excelente en el lanzamiento, colaboró decisivamente a que la renta no se estrechara sino todo lo contrario (19-26, min. 41).

El Huesca entró en fase de desesperación mientras su rival tenía un mayor acierto. Sin embargo, metiendo el partido en la centrifugadora terminó por encontrar la forma de recortar la renta (26-30, min. 50). Las paradas de Arguillas y la fe del equipo al superar fases de inferioridad numérica abrieron un final de choque más atractivo.

Velasco paró el duelo y usó la baza del cambio del guardameta, con la entrada de Markelau. El Logroño apenas tuvo que volver a su línea de buena selección de tiro para ir al intercambio de goles. Casado, Dorado y Rivero, que hizo pleno de aciertos en sus nueve lanzamientos, aportaron en los siguientes ataques para asegurar la consecución de los dos puntos, algo totalmente justo en el cómputo general de la velada.