Complicado pero no imposible

Los riojanos visitan un Palau d'Esports en el que en dieciséis temporadas solo han conseguido un triunfo y cuatro empates. Un pabellón en el que los franjivino no han puntuado en los últimos siete cursos y que no invita al optimismo. Ante estas adversidades, el entrenador Miguel Ángel Velasco es muy claro: «Debemos competir. Con los que estemos y cubriendo todos los huecos que podamos».

El segoviano recordó que no es la primera vez que el conjunto riojano se encuentra en una situación similar. La receta es «dar el máximo, intentar hacer un partido serio para ver hasta dónde podemos llegar».

Ante la ausencia de Serradilla, Juan Palomino gana mucho protagonismo, no solo en el ataque en el lateral izquierdo; también en el centro de una defensa que se ha quedado coja sin el ahora jugador del Elverum. «Palomino ha dado un paso al frente ante el Sinfín y el Ademar. Ahora debe dar otro más. Y el resto de jugadores deberán estar preparados para jugar en otras posiciones a las que no están acostumbrados», apuntó el míster.

La irregularidad del Ciudad de Logroño ha situado al equipo riojano en mitad de la clasificación, una zona incómoda para un equipo acostumbrado a mirar las cosas desde un poco más arriba. Velasco considera que las opciones de Europa todavía no están perdidas. «Estamos a un punto del Bidasoa y a dos del Ademar y tenemos a dos equipos un punto por detrás (Puente Genil y Anaitasuna). La competición está muy igualada», recordó el entrenador de Nava de la Asunción.

Para él, la clave para sacar algo positivo de la visita del Ciudad de Logroño a Granollers es «estar sólidos atrás, no cometer errores, hacer un partido completo e intentar redoblar esfuerzos ante la ausencia de efectivos». Es decir, poder ser un equipo mucho más regular que hasta ahora.