Un ecuador festivo en femenino

El inicio de estas fiestas de Alfaro tuvo voz femenina. Como homenaje a las alfareñas y como reconocimiento a su labor en dar actividades y dinamismo al municipio durante lustros, el Ayuntamiento nombró pregoneras de esta semana tan especial a las asociaciones Sociocultural Amas de Casa de Alfaro y de Mujeres de Alfaro. Desde ese protagonismo para esta semana mágica para la localidad, las fiestas patronales por San Roque y San Ezequiel dedicaron este miércoles la jornada del programa oficial a la mujer.

Presentes en cada uno de los actos del cuarto día de estas fiestas, el que atravesaba su ecuador, se les vio animadas ya desde la cita que abre cada jornada festiva. Las más jóvenes, que enlazaban la noche anterior con la mañana siguiente, daban la bienvenida al día con las dianas y pasacalles al ritmo de la charanga alfareña La Veleta. Sus ritmos festivos y callejeros conducían hacia el encierro de reses bravas. Ahí dieron el relevo a las algo menos jóvenes, que estas sí habían pasado por los brazos de Morfeo, y que vivieron con ánimo el pasacalles de La Veleta.

Eso sí, antes, el encierro de reses bravas, con la ganadería José Samuel Pereira Lupi . Con algo más de corredores y público que la de la jornada anterior, la carrera que más entusiasmo y participantes reunió fue la de las becerras.

Al son de La Veleta, y con un grupo de mujeres encabezando el pasacalles, el camino fue hacia la plaza de toros. Ahí, la 'prueba' tuvo protagonismo femenino también. La exhibición organizada por Toropasión contó con Anabel González, de Valencia, y Sarita Ávila, de Castellón, dos jóvenes recortadoras que arrancaron las ovaciones del público que ocupó dos tercios de la grada con su toreo a cuerpo limpio.

Después, como cada mañana, fue tiempo para aficionados de la zona, con varios jóvenes navarros que merecieron el aplauso y los vítores del público. El final de la 'prueba', como se conoce la mañana de vaquillas en la plaza, fue para dos becerras que disfrutaron decenas de niños y jóvenes.

De ahí, otra plaza tomaba el relevo de citas al mediodía. El zaragozano Teatro Arbolé atrapaba a los pequeños con su espectáculo de títeres en la plaza de España, adonde llegaba para animar el mediodía la charanga de Makoki y, con el vermú ya avanzado, el pasacalles de los gigantes y cabezudos.

En esta ocasión, aunque algunas acudieron, no hubo concentración de las mujeres para ir junto a la charanga a la paellada popular. De hecho, apenas medio centenar de mujeres y algún invitado masculino compartieron mesa en el pabellón La Salle-El Pilar, una participación menor que en años anteriores, previos a la pandemia que ha afectado a muchas propuestas. Eso sí, el ambiente en las terrazas volvió a ser fantástico en el soleado mediodía. Pero con planes más privados entre familias y cuadrillas en lugar de coincidir en la paellada.

La tarde, con la agradable temperatura que está caracterizando estas fiestas, sin los intensos calores previos y con noches frescas, plantea como cita un tardeo en la plaza de España con pinchadiscos acudiendo a clásicos de los años 80 y 90. La noche del disfraz, programada para hoy, marca que ya se supera inexorablemente el ecuador. Mañana llega un último día, otro que alfareños y visitantes estrujarán sin freno.

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