Una maravilla desconocida
Las dolinas de Zenzano, declaradas Área Natural Singular y en la Red Natura 2000, son un tesoro geológico por descubrir para muchos en La Rioja
En medio del frondoso bosque de encinas, en la ladera Sureste del monte Zenzano, en medio de la nada y ante un inmenso silencio, de pronto, el paisaje se deprime. La tierra se hunde como la caldera de un volcán, como si hace miles de años hubiera caído allí un meteorito. Es la dolina La Redondilla de Zenzano, aldea de Lagunilla del Jubera, una de las tres declaradas Área Natural Singular de La Rioja, pero la más grande y desconocida por ser, además, la más difícil de encontrar.
Acudir a admirar este tesoro geológico requiere, primero, disponer de un básico sentido de la orientación y, segundo, un conocimiento suficiente de la montaña y la naturaleza. Si no, es mejor renunciar, por precaución. La hoya más accesible de las tres es la de La Covaza, que se encuentra a mayor altitud y no presenta excesiva dificultad. Al final de la pista forestal asfaltada que asciende Zenzano, superada la aldea, en lo más alto, en dirección Noroeste, a más de 1.100 metros de altitud, es fácil de encontrar La Covaza puesto que el paisaje es menos boscoso y el ganado pasta cerca. Es la hoya más visitada, dentro de que son tres enclaves naturales bastante desconocidos de La Rioja.
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Qué: Las dolinas son depresiones circulares del terreno kárstico.
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Cuáles: La Covaza (100 metros de diámetro, a 1.100 metros de altitud), La Cueva (60 metros de diámetro, a 1.000 metros altitud) y La Redondilla (150 metros de diámetro, a 1.050 metros de altitud).
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Dónde: Zenzano, aldea de Lagunilla del Jubera; Área Natural Singular y Red Natura 2000.
«Son otra de las maravillas que tenemos en La Rioja, y una gran desconocida. Cuando hablamos de medioambiente, la Geología suele quedar en un segundo plano, y, en este caso, tenemos la oportunidad de ver este fenómeno geológico sobre el terreno», declara David Ijalba, presidente de la Asociación de Ambientólogos de La Rioja. «No hay mejor clase de Geología que dar un paseo por este Área Natural Singular, ver estas magníficas formaciones, y comprender sus grandes valores naturales al mismo tiempo que podemos observar la flora y la fauna característica de este tipo de hábitats por sus condiciones particulares, no pudiendo encontrarse en otros ecosistemas», añade Ijalba.
«Visitarlas tiene su misterio. Creo que no se ha señalizado un sendero, precisamente, para su protección», opina Lara
«La peculiaridad geológica tan abrupta produce un paisaje especial, ecosistemas con abundancia de aves rupícolas, especies vegetales que viven en grietas y un paisaje espectacular. Visitarlas tiene su misterio. Creo que no se ha señalizado un sendero, precisamente, para su protección. Es aconsejable acudir en otoño para no molestar a las aves. Es un sitio para visitar y aprender a visitar», describe el educador ambiental Miguel Lara.
Las dolinas son depresiones del terreno con forma circular que suelen aparecer agrupadas, habituales del relieve kárstico, y que se originan por hundimientos asociados a la disolución de la roca calcárea. Las también llamadas hoyas actúan como embudos que recogen el agua de lluvia y la introducen en el interior, formado por simas y cuevas. Las tres dolinas de Zenzano se encuentran por encima de los 1.000 metros de altitud y se incluyen en la Red Natura 2000.
La Covaza es la mediana, de unos 100 metros de diámetro. La más pequeña es La Cueva, de unos 60. Y la más grande y espectacular, La Redondilla, de unos 150 metros. A estas dos últimas se puede llegar descendiendo desde el monte Zenzano o siguiendo durante unos dos kilómetros un sendero que parte entre la tercera y última curva pronunciada antes de llegar a la aldea.
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