Recircular en lugar de usar y tirar
La estrategia Logroño Circular acerca el anhelo de una ciudad autosuficiente
La noción de economía circular lleva años rondando las estrategias empresariales de medio mundo. En un espectro social que cada vez valora más la reutilización de bienes y relega la tendencia del 'usar y tirar', también la ordenación urbanística se involucra en el concepto de la circularidad para plantear medidas que, en la búsqueda de la autosuficiencia, empleen menos costes y recursos con igual calidad en la prestación de servicios.
Así lo estipula también la Estrategia Logroño Circular, que en su resumen ejecutivo ahonda en ese mantra original: «La Ciudad Circular es un modelo urbano de producción y consumo que implica compartir, alquilar, reutilizar, recircular, reparar, renovar y reciclar materiales, fluidos, energía y productos existentes en Logroño el número de veces máximo para crear un valor añadido beneficioso en los ámbitos económicos, social, ambiental, urbano y de sostenibilidad para alcanzar la máxima autosuficiencia». El objetivo, en definitiva, es maximizar la economía del aprovechamiento y que la vida de los productos, materiales y energía aumente su persistencia en el tiempo. Aunque de apariencia grandilocuente, lo cierto es que el plan observa una clara vertiente práctica, que se materializa en reducir los residuos al mínimo para alcanzar el máximo grado de autosuficiencia local. Contra el vicio de usar y tirar, la virtud de reutilizar.
La estrategia concreta de Logroño Circular nace como un programa de estrecha colaboración entre la Universidad de La Rioja y el Ayuntamiento de Logroño que pone el foco en seis ejes principales de intervención urbana con una ilustrativa nomenclatura: Logroño Reutilizar, Logroño Hídrico, Logroño Sostenible, Logroño Saludable, Logroño Innovador y Logroño Prosumidor.
A partir de esas seis ramas de actuación se despliegan las acciones concretas que buscan resultados mediante la medición a través de una batería de indicadores que evalúan periódicamente resultados y tomar medidas de corrección y revisión oportunas, porque, según estipula el resumen ejecutivo, «solamente es mejorable aquello que puede ser medible».
El concejal de Logroño Circular, Ángel Andrés, apuesta convencido por la necesidad de implementar en la práctica lo que él considera que es Logroño Circular, «un traje hecho a medida de la ciudad para mejorar ecológicamente, medioambientalmente, y en definitiva, mejorar la salud de las personas, que es en lo que repercute finalmente». Menciona el edil que la idea supera el clásico concepto del ahorro de agua o de energía para, en su lugar, ir más allá y hacer efectiva esa reutilización hasta alcanzar la autosuficiencia completa para que «Logroño sea capaz de producir sus propios bienes naturales sin tener que recurrir al exterior». Una aplicación que se ha multiplicado gracias a las nuevas tecnologías, que ofrecen un abanico mucho mayor de posibilidades, siempre teniendo en cuenta que «aun sin estar las actuaciones concretas redactadas del todo, la estrategia empieza a implementarse desde el minuto uno». «El área de la economía circular es transversal a todas las concejalías y ya no solo vincula a lo público, sino también a lo privado, con un claro concepto de mejora continua», asume Andrés.
Logroño Reutilizar Minimización de recursos
Sensores de llenado en contenedores
Logroño genera al año unas 52.000 toneladas de residuos urbanos, lo que supone unos 344 kilos anuales por habitante. Del total se recicla el 25% y se elimina en vertederos el 60%, por lo que el margen de mejora es amplio. En este apartado se aboga por la prevención en la producción de residuos, porque «el mejor residuo es el que no se produce». Avanzando en la estrategia, el siguiente paso apunta a la reutilización de lo ya producido, reparando y reutilizando los bienes existentes antes de optar por la producción de nuevos productos. En ese mismo sentido, es clave la separación en origen de los residuos para que luego el reciclaje sea más eficiente.
Se menciona expresamente la separación de residuos en el hogar y fuera de él, así como la gestión de biorresiduos que dé paso al posterior compostaje. Así, en Logroño, resulta clave aplicar la tecnología más puntera para instalar más de dos mil sensores que detectan el llenado en los contenedores de basura. De esta manera, se comprueba qué calles realizan una separación más efectiva, qué nivel de carga tiene cada contenedor y sobre esos datos, se abre la posibilidad de adaptar las rutas de los vehículos de recogida, poniendo el foco en los contenedores llenos y espaciando los que estén menos repletos, sumando a la recogida eficiente el ahorro de combustible de los camiones, con la consiguiente reducción de contaminación.
Logroño Hídrico Gestión del consumo de agua
Reciclado del agua para riego y baldeo
Como bien de primera necesidad, el ahorro de agua, su reciclaje y su reutilización, al igual que la prevención del derroche, se vuelven prioritarios en todas las escalas. Aunque la competencia municipal en esta materia se limita a los servicios de abastecimiento de agua potable y tratamiento de las residuales.
La pretensión de evitar el derroche del líquido vital parte, de inicio, de mejorar la envejecida red de abastecimiento para reducir al máximo las fugas de agua, que en Logroño se estima de 1,6 hectómetros cúbicos al año, un 12% del consumo total de la ciudad (13,2 hectómetros cúbicos), lo mismo que haría falta para llenar 520 piscinas olímpicas. La tecnología aplicada a la automatización del riego y la programación que rija según la humedad del terreno son otras propuestas.
Una vez rehabilitada la red, llega el turno de reaprovechar el agua para lo cual hay varias actuaciones en marcha, como la reutilización de aguas regeneradas no aptas para el uso potable pero con total garantía para otros menesteres, como la agricultura, el riego de jardines, la limpieza y baldeo de calles... En este caso, Logroño calcula que el ahorro directo por regar con agua reciclada supone más de 223.000 euros al año.
Otras medidas que ya funcionan en la capital apuntan a la recogida del agua fluvial para la recarga de acuíferos y pozos (esponja) o su almacenamiento para usos secundarios (laminación).
Logroño Sostenible Sostenibilidad de espacios urbanos
Más ahorro de energía en edificios y transporte
El sector de la construcción lanza a la atmósfera el 35% del CO2 del total de las emisiones y consume un 30% de la energía final. Además, es responsable del consumo de un 50% de los recursos materiales, del 20% del consumo de agua y genera un 35% de los residuos. Por eso, la planificación urbanística ha de procurar buscar la edificación ecológicamente neutra. La forma de articular soluciones a estas situaciones invita a priorizar el reciclaje de los tejidos urbanos existentes, la recuperación de suelos en desuso y la redensificación de suelos urbanizables.
Igualmente necesario figura el ahorro energético de los edificios, tanto residenciales como de servicios, aportando por un lado medidas de aislamiento climático y, por otro, iniciativas de autoconsumo energético, como las placas fotovoltaicas del aparcamiento de la plaza de La Vendimia o la construcción de parques autosuficientes, como el de Las Tejeras o el de Toyo Ito, con consumo cero.
Del mismo modo, se implica la movilidad sostenible en las ciudades. Por ejemplo, ya circulan por Logroño dos autobuses alimentados con GLP (gas licuado) y uno 100% eléctrico con vocación clara de que no sean los únicos. También se analizan con IA las rutas del transporte público para localizar los recorridos de mayor demanda maximizando la eficiencia energética.
Logroño Saludable Espacios y conductas saludables
Zonas verdes e islas climáticas al rescate
La salud y el bienestar de los ciudadanos ha de situarse en el centro de las políticas públicas y, por extensión, envuelve todo el mecanismo de la circularidad. Y de ahí parten muchas ramificaciones para implementar en materia de vida saludable, como los recursos de kilómetro cero como núcleo del consumo responsable, alejarse de las compras compulsivas de alto impacto medioambiental o favorecer hábitos de consumo más solidarios. Es ahí cuando entran en juego medidas para minimizar el desperdicio alimentario, como la donación de alimentos sobrantes a entidades asistenciales.
También tienen espacio en este eje las actuaciones que ponderan las costumbres de vida saludable, como las que el Ayuntamiento de Logroño lleva años emprendiendo con su compromiso con la práctica deportiva, la concienciación de los paseos saludables o las actividades de vida sana. Desde este punto de vista, ganan relevancia los espacios verdes en el área urbana (con el objetivo municipal de 3/30/300 en mente: 3 árboles por ciudadano, 30% de espacio verde y un parque a menos de 300 metros de casa), las islas climáticas cada vez más imprescindibles dados los más frecuentes contrastes térmicos o las instalaciones infantiles cubiertas para contrarrestar las altas temperaturas. Y aún más, las rutas ciclopedáneas y los carriles bici que apuestan por el confort sostenible a la par que saludable.
Logroño Innovador Políticas de transversalidad
Circularidad desde la sensibilización
La Ciudad Circular es un concepto globalizador cuya implementación debe tener un enfoque transversal, con tres parámetros cruciales: flexibilidad que permita realizar cambios en la organización; motivación, sensibilización e implicación; y transparencia e intercambio de información para el seguimiento.
Una de las claves en la apuesta por esa innovación transversal incide a través de una contratación pública que ponga el énfasis en la economía verde, la sensorización inteligente, la digitalización y la implantación de nuevas tecnologías.
Lo cierto es que el empleo de las TIC y de conceptos como el Big Data, Internet de las Cosas, robótica, ciberseguridad, cloud computing, integración de procesos, impresión en 3-D, sistemas de información geográfica, realidad virtual y aumentada… cobran especial relevancia para la mejora de la calidad de vida y una mayor accesibilidad de la ciudadanía.
En el actual panorama de saturación informativa crece la necesidad de ahondar en una comunicación transparente, sensibilizadora con los aspectos de la circularidad que motive y traslade a los actores implicados hasta qué punto de cumplimiento alcanzan los objetivos planteados;por eso, aboga por la creación de un foro de la Ciudad Circular que fomente el diálogo permanente, una página web como canal participativo y una estrategia de divulgación ciudadana.
Logroño Prosumidor Consumo energético
Consumir y producir al mismo tiempo
Las fuentes de energía y su consumo responsable se ha erigido como uno de los pilares esenciales de la Ciudad Circular. Es urgente abordar un cambio de paradigma que busque prácticas más respetuosas y un estilo de vida más sostenible con el fin de que la prosperidad económica y la preservación del entorno encuentren un punto de convivencia equilibrada.
En el anhelo por modificar los usos consumidores por los prosumidores (que además de consumir, produce), aparecen las tecnologías de generación energética verdes, con la gran oportunidad de desarrollar las fuentes de energía renovables que contribuyan a un mejor aprovechamiento.
La proliferación de instalaciones fotovoltaicas, tanto en espacios públicos como en dominios privativos de Logroño, aporta una energía limpia con la que contribuir al mix energético. Y los resultados son tangibles: Logroño genera 31,5 MW de energía solar al año que ya no gasta de la red convencional. Ocurre igual con la transición hacia luminarias urbanas de tecnología led o farolas solares o la digitalización del sistema de alumbrado público con sensores para detectar cuándo se hace necesaria la luz artificial.
Por eso, este eje reserva un espacio para el fomento de la circularidad en el ámbito empresarial y también en el educativo con el afán de estimular el pensamiento crítico y de fortalecer el compromiso colectivo de cuidar el entorno.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión