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La encrucijada de la IA

Inteligencia artificial, ¿sí o no?

La popularización del uso de la IA levanta suspicacias. Expertos de UNIR alertan: «En malas manos puede hacer mucho daño»

Domingo, 10 de diciembre 2023

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Abhijit Naskar, uno de los neurocientíficos más reconocidos del mundo, asegura que «cada máquina tiene inteligencia artificial. Y cuanto más avanzada se pone una máquina, más avanzada será la inteligencia artificial. Pero una máquina no puede sentir lo que está haciendo; solo sigue instrucciones de los seres humanos». Y pese a todo, toda tecnología, como toda innovación, tiene unos beneficios, pero también posibles riesgos.

Según el Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad, el 11,8% de las empresas españolas utilizaron la inteligencia artificial en sus negocios en 2022. Más en concreto, los sectores líderes que utilizan IA son el de la información y comunicaciones (41,9%) y el de las TIC (41,3%) y se prevé que sean necesarios 90.000 nuevos profesionales en España para satisfacer la demanda de esta industria.

La inteligencia artificial lleva ya varias décadas entre nosotros, pero es ahora, a raíz de la popularización de aplicaciones como ChatGPT y otras tecnologías generativas como DALL-E, cuando se está alertando de los peligros de un mal uso, relacionados en gran medida con la privacidad, el control o la suplantación de identidad.

«Es necesario regular la IA para garantizar la fiabilidad y la tranquilidad de los ciudadanos»

Juan Ignacio Rouyet

Profesor experto en IA de UNIR

En este sentido, Juan Ignacio Rouyet, profesor experto en inteligencia artificial de UNIR y presidente de 'We The Humans', asociación sin ánimo de lucro, constituida como 'think tank' (centro de pensamiento) para buscar soluciones para una inteligencia artificial ética, explica que la IA funciona cruzando muchos datos. «En manos no adecuadas o en gobiernos no cuidadosos de los principios fundamentales, puede llevar a un control excesivo de la sociedad, por ejemplo, con un reconocimiento masivo facial», alerta. Y, llevándolo a un plano más individual, la suplantación de identidad. «Vemos que es muy fácil suplantar la voz o la imagen, con lo que se llama la inteligencia artificial generativa».

De ahí que se haga necesario poner los medios para evitarlo y, con ellos, regular de algún modo esta nueva tecnología. La Comisión Europea está elaborando un borrador de una normativa para la reglamentación de la IA, que se prevé que salga a principios del año que viene. «En él ese reconocimiento masivo facial estaría prohibido, salvo en áreas muy concretas, como puede ser un aeropuerto y por temas de seguridad; también el 'scoring' social. Hay una serie de prácticas que se prevé estén prohibidas; otras reguladas, de alto riesgo, como el control de fronteras», avanza Rouyet. Para este experto, la legislación juega un papel importante en la inteligencia artificial para «garantizar la fiabilidad y la tranquilidad de los ciudadanos».

Por eso, él insiste en que «la inteligencia artificial es una herramienta, en principio, ni buena ni mala, pero depende del uso que se haga de ella, porque en malas manos puede causar mucho daño». Y ve crucial el papel que debe jugar la ética en este contexto de IA y la que «nos debe hacer pensar qué tipo de inteligencia artificial queremos».

Actualmente, hay organizaciones, como Microsoft, Google o Amazon, que tienen sus comités éticos, aunque esos comités deberían estar más generalizados, en opinión de Rouyet. «Hay entidades que están empezando ahora a pensar qué límites éticos se tienen que autoimponer; es decir, muestran su preocupación, pero todavía no tienen esos órganos internos que lleven a cabo las decisiones éticas». En este sentido, para él son necesarios roles más humanistas, que encuentren el equilibrio «entre lo que se puede hacer y lo que deberíamos hacer».

Jorge Torres, Subdirector de ESIT en UNIR

«El 65% de los niños trabajarán en empleos que hoy no existen»

El mercado laboral se está transformando de manera importante debido, entre otros motivos, a los avances tecnológicos y en especial a la inteligencia artificial. En el último año, la IA ha mostrado su potencial y reafirma su capacidad para determinar cómo se van a transformar los perfiles profesionales.

Programas como el Observatorio del Conocimiento de UNIR analizan el mercado laboral buscando los perfiles y las habilidades (técnicas y blandas –'soft skills'–) requeridas.

«Aparecen nuevos perfiles y se potencian otros y a nosotros nos interesa entender cuáles son los perfiles profesionales que son requeridos para generar mejores oportunidades a las personas», asegura Jorge Torres, subdirector de la Escuela Superior de Ingeniería y Tecnología de UNIR.

Y aporta un dato curioso, «el 65% de los niños que hoy estudian Primaria se dedicarán a empleos que ni siquiera existen en la actualidad». En este sentido, hace hincapié en que el ciclo de vida de la aparición de nuevas profesiones cada día se acorta.

«Las universidades tenemos el desafío de poder formar a nuestros estudiantes en las salidas profesionales que serán demandadas en el futuro», apunta. Y, para ello, iniciativas como el Observatorio del Conocimiento que, con técnicas de inteligencia artificial, permiten recoger información de diferentes portales de empleo para ver cómo evoluciona la demanda.

Y avanza que en el periodo 2023-2027 se estima que especialistas en machine learning, analistas en business intelligence, en seguridad de la información y analistas de big data o e-commerce y marketing digital van a tener una gran explosión en su demanda laboral.

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