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 República Argentina. Desde Gran Vía a Pérez Galdós, se han aumentado las aceras al doble y se ha dejado un carril de circulación y una banda de aparcamiento —zona azul, movilidad reducida y carga y descarga–.

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República Argentina. Desde Gran Vía a Pérez Galdós, se han aumentado las aceras al doble y se ha dejado un carril de circulación y una banda de aparcamiento —zona azul, movilidad reducida y carga y descarga–. Sonia Tercero

Las calles logroñesas que vienen dan espacio al peatón

Nueva movilidad. La ciudad de Logroño amplía sus aceras para desplazarse de forma segura durante la crisis pero con visos de permanencia

Javier Campos

Logroño

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Domingo, 17 de mayo 2020, 19:07

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Más sitio para el peatón, menos para el coche... El coronavirus ha sido la 'excusa' perfecta para que ciudades como Logroño hayan comenzado a revertir de manera decidida la desigual distribución del espacio público. La pregunta, en cualquier caso, ya estaba lanzada desde mucho antes de la pandemia: ¿Tiene sentido dedicar la mayor parte de las calles a la circulación del vehículo privado (calzadas y aparcamientos) mientras los ciudadanos, que son mayoría, se ven limitados a una pequeña (la que suponen las aceras) pese a ser el modo de desplazamiento más común?

Si ya de entrada la movilidad urbana sostenible era una de las banderas del nuevo equipo de Gobierno municipal, la crisis sanitaria y la necesidad del tan traído y llevado distanciamiento social, ha sido el empujón definitivo. De momento, los cambios introducidos tienen cierto aire de provisionalidad, aunque son numerosas y crecientes las voces para ejecutarlos de manera definitiva y el 'tripartito', además, parece estar por la labor. «Iniciada la recuperación del espacio público, y una vez que el ciudadano se apodere del mismo, no será fácilmente justificable dar marcha atrás», adelanta el concejal delegado del ramo, Jaime Caballero.

«Nuestro modelo de ciudad pasa por ganar espacio público para las personas, por favorecer la movilidad sostenible y por potenciar el uso de la bici...», dejó claro el propio alcalde, Pablo Hermoso de Mendoza, nada más comenzar con los cambios de la nueva movilidad en pro de la nueva normalidad. «Mucho trabajo por hacer y, además, dada la situación de emergencia, en poco tiempo», confirma el edil de Urbanismo.

Ello, al menos de momento, ha servido a la capital de La Rioja para obtener el reconocimiento de Greenpeace como una de las 16 ciudades españolas que han ampliado espacios permanentes para moverse de forma segura durante la crisis. Voluntarios riojanos de la ONG consideran que es «necesario cambiar el diseño de las calles y una planificación basada en las necesidades de todas las personas, también de quienes se mueven andando, en transporte público o en bicicleta, para afrontar la desescalada con todas las garantías de seguridad».

En manzanas como la de Fundición o barrios como Madre de Dios y San José habrá «cambios» dada la estrechez de sus aceras

República Argentina, primero; Gonzalo de Berceo, después; y Siete Infantes, esta semana, ya se han reconvertido para favorecer la separación interpersonal y ofrecer más espacio a los peatones. Sagasta ya ha sido señalizada como calle de prioridad peatonal. Belchite, por su parte, permanece a la espera. Y Fundición también está entre las próximas. Casi cualquier vía, de hecho, es susceptible de actuación pues se prevé ampliar terreno «para posibilitar el cruce seguro» en todas las de menos de tres metros de acera –y solo contando las que tienen menos de 2,5 metros ya hay hasta 106–.

La prioridad, vaya por delante, serán las calles con mayor densidad poblacional y, al respecto, incluso se piensa en actuaciones por manzanas incluso barrios. Y es ahí donde aparece la manzana delimitada por las calles Vitoria, Lardero, Pérez Galdós y Fundición, la más poblada de Logroño –y algunas otras de alrededor–, o barrios como San José, Madre de Dios y Ballesteros, cuyo urbanismo se ha quedado más anticuado.

«Se irán comunicando semana a semana, según vayamos teniendo el proyecto de intervención definitivo, pero la idea es hacerlo en el mayor número posible de calles», repite Caballero, quien asegura que tales actuaciones, «rápidas y ligeras», ya no pararán. Y siempre pensando en que la eliminación de aparcamientos no supondrá un problema.

Sonia Tercero
Imagen principal - Coronavirus en La Rioja: Las calles logroñesas que vienen dan espacio al peatón
Imagen secundaria 1 - Coronavirus en La Rioja: Las calles logroñesas que vienen dan espacio al peatón
Imagen secundaria 2 - Coronavirus en La Rioja: Las calles logroñesas que vienen dan espacio al peatón

El reto, ahora, será ir mejorando tanto estética como funcionalmente el terreno que se gane para hacerlo «más amable»

La redistribución del espacio mediante «pintura y balizamiento», sin necesidad de obras, lo hace posible. De forma económica, además. Lo hecho en Gonzalo de Berceo ronda los 5.000 euros... y es que buena parte del trabajo se hace con recursos propios y la mano de obra del Parque Municipal de Servicios.

El reto, a partir de ahora, está en ir mejorando tanto estética como funcionalmente el espacio que se va ganando al coche... y, así, se espera un «salto cualitativo» en lo que se haga a continuación. «De momento manda la urgencia, pero habrá una segunda fase de mejora del terreno recuperado para lograr zonas estanciales más amables incluso una tercera de obra civil para que todo sea definitivo», adelanta.

«Son cambios positivos, sin lugar a dudas, y además, dadas las circunstancias, la situación es propicia para llevarlos a cabo sin la conflictividad de otros momentos... Lo que ahora toca es continuar, es decir, no quedarse solo en estas o en una decena de calles, sino en ser ambiciosos», sentencia Juan Carlos Merino, arquitecto, y presidente de la Agrupación de Urbanistas del COAR, quien opina a título individual.

Arquitectos urbanistas y colectivos ciudadanos preocupados por la movilidad aplauden las medidas y solicitan más

«Es una oportunidad para devolver espacio al disfrute peatonal y para crear una ciudad más amable», apostilla Rubén Carbonero desde Logroño Andando. «Creemos que la caída del tráfico, el retorno al barrio, y a la compra a pie en negocios cercanos que ha supuesto el COVID-19 es una oportunidad para mejorar la calidad del espacio público y las medidas anunciadas por el Ayuntamiento acompañan», explican.

«Se está abriendo un mundo...», resume el arquitecto Álvaro Foncea. «Las transformaciones de calles que estamos viendo estos días en Logroño suponen un acto de justicia espacial en el que se devuelve al peatón parte del espacio que le corresponde», sostiene Foncea junto a Teresa Angulo y Raquel Villar, con quienes forma el colectivo profesional Ciudades Cuidadas.

«Si queremos aprovechar y aprender de esta crisis, quizás sea el momento para apostar definitivamente por una ciudad a escala más humana. Los perjuicios individuales que puedan suponer la pérdida de unas plazas de aparcamiento son un mal menor en comparación con los grandes beneficios para el bien común».

El PP y la asociación de comerciantes 'ZOCO' han sido de las pocas voces en contra... básicamente por eliminar aparcamientos

Y es que las críticas, básicamente, se centran en la pérdida de estacionamiento. Ya al inicio, el PP habló de «medidas que están pensadas con un único interés, penalizar el coche, y dañar la actividad económica que genera la hostelería y el comercio». Y así, asociaciones de comerciantes como 'ZOCO' –Zona Oeste Comercial– piden «que se reconsidere lo hecho pues nos han quitado aparcamientos, carga y descarga y, sobre todo, ello se ve reflejado en una caída de las ventas».

«Muchos ayuntamientos se están poniendo las pilas, pero cuidado con estas campañas de autobombo... Por eso, vale más lo de Logroño, de intervenir en unas pocas calles cada vez pero de verdad, moviendo filas de aparcamientos, quitando velocidad y ensanchando espacios peatonales, que todos los planes del mundo. Por fin empezamos a estar en el mapa de las actuaciones valientes recuperando el tiempo perdido y el atraso de décadas al que nos condenaron el obstruccionismo técnico y la falta de voluntad política del PP», concluyen desde Logroño en Bici.

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