Cuando la conducta no se controla

Según el último informe sobre adicciones comportamentales y otros trastornos adictivos publicado por el Plan Nacional sobre Drogas, cerca de 4.000 personas iniciaron en 2023 un tratamiento por adicciones sin sustancia en España, la mayoría de ellas (un 80%) a causa del juego. Los videojuegos conforman otro 10%. Pero también preocupan otras adicciones. En este sentido, aunque en España se está comenzando a investigar, estudios internacionales reflejan que «entre un 5% y un 14% de los adolescentes de entre 14 y 19 años consumen pornografía de forma excesiva, compulsiva o problemática», afirma Giulia Testa, psicóloga e investigadora en el grupo de Adicciones Comportamentales (GIAC) de UNIR.

Testa asegura que se ha registrado un aumento de las adicciones comportamentales después de la pandemia, sobre todo, «aquellas más relacionadas con el uso de internet» (videojuegos, pornografía o ludopatía on line). Sobre los factores de riesgo, varían en función de la adicción. «El género puede ser un factor de riesgo en algunas adicciones, por ejemplo, en ludopatía y pornografía las adicciones son más frecuentes en varones», mientras que «la compra compulsiva o a la comida son más frecuentes en mujeres».

Junto al género, también son factores de riesgo las personalidades impulsivas, «un concepto amplio, pero que implica tener poco control sobre la conducta o buscar actividades novedosas o placenteras o dificultad en regular las emociones». «Pueden presentarse varias adicciones a la vez», señala esta experta, lo que supone también un factor de riesgo. No obstante, cree que, si bien la aparición de internet ha acelerado la proliferación de ciertas adicciones, también la tecnología puede servir de ayuda para el tratamiento y para proporcionar ayuda.

De hecho, con el fin de ahondar más en la problemática desde un perfil investigador y científico, UNIR ha impulsado el programa on line 'Cómo dejarlo' (comodejarlo.org). «Es para ayudar a los jóvenes que tengan un problema con la pornografía», aclara Giulia Testa. A través de esta plataforma, y de manera anónima y gratuita, los jóvenes de entre 16 y 24 años que consumen pornografía de forma frecuente, pueden acceder al protocolo de ayuda. «Son básicamente módulos terapéuticos y que se basan en un estudio realizado en otros países y que ahora tratamos de validar en España», indica.

Este programa se inició en España a finales de 2023, se encuentra en plena fase de reclutamiento y, de momento, ya se han apuntado 300 personas. Después de estudiar sus perfiles y analizar si tienen o no un uso problemático de pornografía, un centenar de ellas «se ha comprobado que sí lo tienen y están haciéndolo».

Giulia Testa recuerda, además, que una adicción no solo la hace la frecuencia, «sino cuando la conducta me crea un problema en algún área de mi vida o me genera malestar o le dedico más horas de lo que debería o cuando me aíslo por esa conducta; es decir, perder el control. En cierto modo, veo que hay algo que me está causando daño, pero sigo haciéndolo porque no soy capaz de dejarlo».

Desde UNIR, comenta Testa, además del programa 'Cómo dejarlo', están llevando a cabo otros proyectos preventivos. Asimismo, han elaborado la 'Guía para familias sobre adolescentes y uso de la pornografía', para que «conozcan cómo es esta adicción, aprendan a detectar señales y sepan cómo ayudar a sus hijos».