Un Logroño con dos caras deja escapar el triunfo
Los franjivino brillan en la primera mitad pero dejan escapar una renta de ocho goles y desaprovecha un siete metros final
Apostaba Miguel Ángel Velasco el futuro del Ciudad de Logroño en esta segunda vuelta al rendimiento en casa. Todo al Palacio de los Deportes. Y después del disgusto de la semana pasada en Santander ante el Bledio Sinfín, era más importante todavía comenzar a mostrar ese poderío como local perdido a lo largo de la temporada aen la primera ocasión posible. No ha sido precisamente la campaña más satisfactoria para la hinchada franjivino cuando los suyos han jugado frente a ella y el conjunto capitalino le debía una a sus aficionados en su primer partido de 2023 como anfitriones.
Tocaba un rival histórico, el Ademar León, y un adversario directo por la lucha por Europa. La victoria permitía reengancharse; la derrota dejaba al Logroño descolgado de la pelea. En la primera mitad, parecía lo primero; en la segunda, el tropiezo. Al final, ni una ni otra. Empate. 30-30. Pero las dos caras que mostraron los franjivino evitaron que el triunfo se quedara en casa. El empate no pudo saber peor, además, tras fallar Edu Cadarso desde los siete metros a falta de cuatro segundos.
Pese a que la liga es larga y todavía quedan muchas batallas por delante, se palpó la tensión sobre la cancha desde el inicio y a los tres minutos el propio Velasco había recibido la amarilla por protestar.
El juego trabado por ambos lados no permitía que ninguno de los dos contrincantes abriera un mínimo margen a su favor.
Todo cambió tras el empate a seis. El Ciudad de Logroño encontró la continuidad en su juego ante un Ademar que sufría mucho en la elaboración y que fallaba lanzamientos fáciles. Ninguno encotraba a sus extremos, pero a los franjivino no les hacía falta porque la defensa visitante hacía aguas por el centro.
Comenzó a sumar un gol tras otro el Logroño y empezó a gustarse, con tantos de bella factura como el logrado por Kisselev, Jorge Pérez se lucía en la portería local acumulando paradas y la brecha se abrió hasta un sorprendente 16-8 ante la desesperación de un enfadado Manolo Cadenas. Y eso que el portero Saeid Barkhordari era el mejor de los suyos.
Tres goles seguidos de los leoneses mitigaron el daño aunque el cuadro franjivino mantuvo al descanso una cómoda renta de cinco goles (18-13).
Pero la fiabilidad de este Ciudad de Logroño no es precisamente una virtud este año y se vio tras la reanudación. Jorge Pérez, primero, y Markelau, después, dejaron de parar. No así el portero iraní de Ademar. En ataque, Boskos, Kim y Virbauskas se hicieron con el choque y los visitantes hicieron lo que parecía imposible tal y como discurrió la primera mitad y se pusieron por delante. 26-27.
Comenzó un duelo de guerrillas, con muchas exclusiones y demasiada incertidumbre sobre la pista. Ninguno parecía querer llevarse el choque. O eso dio la sensación en el último minuto.
El Logroño atacó para ponerse por delante. Perdió el balón. En el contraataque, Kim falló solo ante Markelau. Paro el portero local y la bola fue al larguero. Se lanzaron a la desesperada los franjivino y El Korchi sacó un lanzamiento de siete metro a falta de cuatro segundo. Falló el capitán. Empate. Amargo empate.
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