Santo Domingo y Winnenden soplan 30 velas

Un acto institucional en el Teatro Avenida puso en la tarde de ayer el broche al programa organizado por el Ayuntamiento calceatense para celebrar el 30 aniversario del hermanamiento entre Santo Domingo de la Calzada y Winnenden.

Unos cincuenta vecinos de la ciudad alemana, encabezados por su alcalde, Hartmut Holzwarth, han participado desde el viernes en diversos actos, como una recepción-aperitivo, visita guiada a la ciudad, el recorrido de un tramo del Camino de Santiago, una comida de hermandad en las piscinas municipales o la asistencia al concierto del coro de RTVE en la catedral de El Salvador, entre otros.

El epílogo a su visita comenzó con la representación de la escena de las panaderas por la Asociación Teatral Calceatense y siguió con las intervenciones de los dos alcaldes. El acto se completó con un intercambio de obsequios y reconocimientos, dirigidos estos últimos a los alcaldes de la ciudad durante el hermanamiento: Javier Ruiz, Agustín García Metola, Esther Vargas, Javier Azpeitia, David Mena y Raúl Riaño. Este también reconoció el trabajo realizado por Eduardo López, 'alma mater' del programa del 30 aniversario.

Raúl Riaño no ahorró palabras de gratitud hacia los calceatenses que estos días han acogido en sus casas a los visitantes. «Por gestos como estos se demuestra la caridad y hospitalidad que nos define como sociedad, algo tan nuestro, que aprendimos y predicamos gracias a nuestro fundador, el Santo, Domingo García, que hoy estaría orgulloso de nosotros al ver cómo aquello que él nos enseñó lo mantenemos y continuamos haciendo con la mejor de nuestras intenciones», dijo.

El regidor, que no obvió que nació el mismo año en el que se selló el hermanamiento, 1993, definió a los alemanes como «nuestros mejores embajadores en el extranjero», algo que, añadió, es recíproco. «Para nosotros sois parte importante de nuestra vida», subrayó. «Este ha sido un fin de semana histórico, que marcará un antes y un después en nuestras relaciones institucionales, ya que el 'feedback' que se ha conseguido con estos dos días y medio de convivencia ha sido garantía de salud de las relaciones entre las dos ciudades», concluyó.

Hartmut Holzwarth, por su parte, recalcó que durante estos 30 años «se ha conseguido mucho en el deporte, en la cooperación municipal entre las administraciones y la política local, en los contactos empresariales, en los contratos de formación y en las Iglesias, el turismo y la cultura, así como en la juventud». Y aseguró: «Santo Domingo de la Calzada ha encontrado un lugar permanente en el corazón de los vecinos de Winnenden. Seguiremos ampliando y engrandeciendo este lugar. ¡Ad multos annos!».