La piscifactoría sigue en el olvido

Más de tres años después de que la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ordenara la demolición de las instalaciones de la antigua piscifactoría de Torrecilla en Cameros, estas permanecen intactas. La empresa Piscifactoría del Iregua obtuvo en 1968 el derecho de aprovechamiento de aguas públicas procedentes del río Iregua para su uso industrial, extinguiéndose el mismo en 2017 después de tres años consecutivos sin ejercer la explotación.

Iniciado el trámite para instar al desmantelamiento de la piscifactoría, destruyendo el azud para favorecer el tránsito normal de la fauna del río, los titulares de la explotación manifestaron su interés en la posibilidad de aprovechar las instalaciones para la producción de energía eléctrica y la CHE estimó que no procedía. Desde 2012 las asociaciones Amigos de la Tierra y Ríos con Vida habían solicitado la restauración del curso fluvial del Iregua con la eliminación de la infraestructura que ocupa el dominio público hidráulico. «Estamos ante un hecho muy importante y positivo en la historia ambiental de La Rioja, que devolverá al Iregua en el municipio de Torrecilla en Cameros a su estado original», declararon entonces las asociaciones. De hecho, el Gobierno de La Rioja ha planteado la ampliación de la Red Natura 2000, que promueve la conservación del patrimonio natural, a las Peñas del Iregua, donde se encuentra la piscifactoría.

Sin embargo, nada ha cambiado. La CHE confirma que ha realizado los preceptivos apercibimientos para la presentación del proyecto para la demolición a la que se instó en 2019, cuyo incumplimiento puede acarrear sanción administrativa a los responsables, que ya contaron con un plazo de tres meses, en abril de 2019, para presentar un anteproyecto de obra y una memoria ambiental. La misma CHE confirma que, a día de hoy, esta documentación no se ha presentado.

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