Haro

La pasarela espera a la supergrúa

La pasarela peatonal que salvará el río Tirón, en Haro, para comunicar el barrio de la Estación con el casco antiguo de la localidad, se encuentra ya montada como pieza –cabe recordar que para poder transportarla llegó en cuatro partes y otros tantos vehículos– y queda a la espera de, en las «próximas semanas», ser 'lanzada' sobre el río con una supergrúa.

Una vez sea colocada en su sitio se abordarán los acabados (pavimentos, iluminación, barandilla etc). «Para minimizar el peso de la maniobra de lanzamiento se deja para después, con la pasarela ya en posición, el hormigón que lleva encima, la madera y todos los elementos de terminación», explicó ayer Guillermo Capellán, director técnico de 'Arenas & Asociados. Ingeniería de Diseño', empresa que lleva la dirección de obra de este esperado proyecto que trasvasará al casco urbano, a través de la pasarela, a muchos de los miles de turistas que visitan el barrio que concentra el mayor número de bodegas centenarias del mundo. Se calcula que unas 200.000 personas recalan cada año en esta zona, principal reclamo de la 'Capital del Rioja' y una de las referencias turísticas de la región.

Las piezas de la pasarela, objeto estos días de labores de remate, llegaron el 4 de mayo a la localidad jarrera. Procedían de la localidad palentina de Venta de Baños, donde se construyó la estructura. Desde entonces se ha trabajado en su ensamblaje en un aparcamiento de la zona de El Ferial, próximo a su emplazamiento definitivo.

Es la recta final de un proyecto que ha atravesado diversas e importantes vicisitudes a lo largo del tiempo, que han demorado mucho su plasmación.

La iniciativa echó a andar en el año 2010 pero quedó olvidada en un cajón hasta que el anterior equipo de Gobierno, presidido por la socialista Laura Rivado, lo retomó y realizó las gestiones necesarias: cesión del proyecto por el Gobierno de La Rioja, autorización de la Confederación Hidrográfica del Ebro para acometer la actuación y consecución de la financiación de la obra mediante una modificación crediticia que trasvasó para la misma los remanentes acumulados al cierre del ejercicio 2021.

En abril del año pasado, cuando todo parecía ya encauzado, el proyecto encalló con otro problema: el Ayuntamiento se encontró con que, una vez concluido el plazo para que las empresas interesadas presentaran sus ofertas, la licitación quedó desierta por falta de candidatos interesados en realizar la obra. La carestía de los materiales hizo que las licitaciones dejaran de ser atractivas, ya que, en muchos casos, los costes que soporta el sector no se reflejan en los pliegos. La situación era complicada antes de la invasión de Ucrania, que vino a llover sobre mojado.

En marzo de este año, la entonces alcaldesa Laura Rivado y la presidenta de la Mancomunidad de Desarrollo Turístico de los Municipios de Briñas, Casalarreina, Ollauri, Sajazarra y Haro, Silvia Bahillo, firmaron el convenio interadministrativo para la financiación parcial de las obras, que recibían de la entidad plurimunicipal 400.000 euros.