Las escaleras del 'Mamel', obstáculo insalvable
Alumnos de la Universidad de la Experiencia envían firmas al Ayuntamiento para que repare la entrada principal, la única accesible a personas con movilidad reducida, que no funciona desde el inicio del curso en septiembre
Algunos alumnos de la Universidad de la Experiencia se encuentran con un importante obstáculo a la hora de ir clase. La puerta principal del centro multiusos –el edificio José Manuel Rodríguez Arnáez 'Mamel'– permanece cerrada desde el inicio del curso y quien desea acceder al interior debe hacerlo, como reza el cartel colgado, por la puerta trasera. El asunto no tendría mayor trascendencia sino fuera porque, ahora, es el único acceso y tiene media docena de escalones, que resultan insalvables para quienes tienen dificultades de movilidad.
Entre las personas que acuden a las instalaciones hay varias en esta situación, una de ellas en silla de ruedas y otra con un 'andador', como es el caso de Amaya Pirla. Amaya sufre las secuelas de un accidente y por eso precisa de la ayuda de sus compañeros para acceder a las clases o, si no, es su marido quien le acompaña, algo que él asume como habitual.
El antiguo mercado de Haro acoge numerosas actividades, además de las lectivas de la Universidad de la Experiencia. En él ensaya la Coral Polifónica de Haro y otras asociaciones. «Y hay muchas personas entre ellas que tiene problemas de movilidad», explicaba una alumna, que prefiere mantener su nombre en el anonimato. «Cada vez que tenemos que entrar al edificio, vemos la puerta cerrada –comentaba–. Si hay algún bedel, nos la abre soltando un 'bolón'. En caso contrario, nos quedamos en la calle con gente que, por problemas de movilidad, no puede acceder al edificio».
«Si hay algún bedel, nos la abre. Si no, nos tenemos que quedar en la calle con gente que no puede entrar»
«En ocasiones ha sido necesario llamar a la Policía Local para que nos ayude a incorporar a clase a estas personas»
Apuntaba que en ocasiones incluso ha sido necesario llamar a la Policía Local «para que nos ayude a incorporar a estas personas a las clases». «No es normal en un edificio destinado a actividades de este tipo», lamentaba.
Los alumnos han reunido firmas que ya han entregado en el Ayuntamiento. Preguntado el Consistorio al respecto por Diario LA RIOJA, reconocía el problema y aseguraba que ya están trabajando en ello: «Somos conscientes de que hay un problema con la puerta, de apertura automática. No abre y para dar servicio se ha habilitado la que se encuentra en la calle opuesta a esta. El acceso oficial sí está habilitado para personas con movilidad reducida, ya que a pocos metros hay un ascensor, y el arquitecto municipal ya está pendiente del asunto», señalaban las fuentes municipales consultadas.
Pero entre los alumnos, que también lo notificaron a la Universidad de La Rioja, reina el desconcierto pues aseguran que en el Ayuntamiento les ha explicado que falta una pieza para poder arreglarlo, algo que no se ha podido confirmar.
Lo cierto es que, a pesar de presentar, tanto al Consistorio jarrero como a la UR, escritos y firmas, desde el mes de septiembre la puerta continúa averiada. «De momento todo ha caído en saco roto», lamentaba la misma alumna.
El edificio fue terminado a finales del año 2019 y ocupa el lugar donde un día se alzó el mercado, una desaparición que todavía sigue latente entre los vecinos.
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