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Un sistema de control de la calefacción en un domicilio. RAFA GUTIÉRREZ
Una última moratoria hasta 2024 para los que no hayan podido instalar contadores individuales

Una última moratoria hasta 2024 para los que no hayan podido instalar contadores individuales

El plazo, que concluyó el 31 de octubre, abre un período extraordinario hasta septiembre para los que no hayan podido acometer la obra por diferentes problemas

Víctor Soto

Logroño

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Martes, 7 de noviembre 2023, 07:21

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No es la primera vez, aunque parece que esta sí que será la última, que el Gobierno central, a instancias de la Unión Europea o por decisión propia, pone una fecha límite a la necesidad de que cada domicilio de una comunidad de vecinos cuente con un control individual mediante contador o repartidor de costes.

Desde 2020, la fecha tope se ha ido demorando. Hasta hace unas semanas, el 30 de septiembre era la definitiva, aunque se concedió una prórroga que acaba de concluir el 31 de octubre. Para ese día, todas las comunidades de vecinos con calefacción central debían tener esa lectura individualizada de consumo (y su consiguiente abono personalizado). Ese requisito también era obligatorio para optar a la Tarifa de Último Recurso (TUR). Y por eso el pasado año, con la implantación de la medida, se produjo un aluvión de solicitudes que desbordó a técnicos e instaladores.

Ahora la situación ha variado. Desde el Colegio Oficial de Administradores de Fincas de La Rioja se deja claro que las comunidades han ejercido su responsabilidad y que la mayor parte ya cuenta con esas lecturas de consumo individualizadas, incluso en edificios donde no era obligatorio.

También el sector reconoce que el 'boom' ha pasado. «El último estudio de viabilidad que realicé fue en marzo», resume Héctor Ramírez, de ISOR Mantenimientos. «La TUR hizo que se instalaran contadores individuales en muchísimas comunidades, aunque hay que reconocer que se hizo tarde y mal y hubo momentos de saturación», incide.

Con esas continuas prórrogas y nuevos plazos, la del 31 de octubre se presentaba como definitiva. Pero aún se va a alargar un poco más, ya que aunque el contador no haya sido instalado, si se justifica que el retraso se debe a problemas ajenos (falta de suministros, retrasos en la instalación o problemas administrativos) se puede presentar una declaración en la que se adquiera el compromiso de que los aparatos para individualizar el consumo estarán instalados antes del 30 de septiembre del 2024.

En el caso de que no se envíen los certificados de la futura instalación o una declaración de responsabilidad, la Organización de Consumidores y Usuarios informa de que las comunidades podrán seguir con la tarifa TUR hasta el 31 de diciembre, pero durante este mes y el próximo se aplicará un recargo del 25%. Y si para septiembre de 2024 no se ha realizado la instalación de los contadores o de los repartidores, la comunidad se enfrentará a una importante sanción: un recargo del 25% sobre todo el consumo de gas beneficiado por la TUR.

Con la implantación de una lectura casa a casa se pretende un importante ahorro económico, puesto que cada usuario se hace responsable de una parte importante del gasto, que se suma al comunitario por el mantenimiento de la calefacción o la compra del combustible.

«Poco ambiciosa»

Sin embargo, expertos como Javier Monterrubio, responsable del área norte de Techem, deja claro que la normativa no apuesta de verdad «por la sostenibilidad». «Exclusivamente con los repartidores se cumple con la normativa, pero para lograr un verdadero ahorro y para reducir la huella de carbono son indispensables las válvulas termostáticas en los radiadores y una bomba de flujo electrónico en la caldera. Con eso se puede controlar la potencia de la caldera y evitar lo que sucede ahora, que la calefacción central o bien está apagada o bien encendida al cien por ciento», señala.

«La normativa no ha sido ambiciosa», señala, además de asegurar que la TUR para edificios comunitarios ha sido «un fracaso» y que «aún quedan muchas instalaciones por completar».

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