Enajenaciones, del todo a la nada

Una de las pruebas más palmarias del estallido de la burbuja inmobiliaria y de sus consecuencias para las administraciones públicas es la evolución de la venta de suelo municipal, que en ciudades como Logroño ha pasado del todo a la nada en menos de una década llevando aparejada una caída en los ingresos del Ayuntamiento que ha repercutido en la tan traída y llevada inversión pública. Son las propias estadísticas oficiales las que así lo reflejan.

Según las cifras facilitadas por el Grupo Municipal Socialista con los datos del Ayuntamiento de Logroño en la mano, la enajenación de terrenos patrimonio de la Administración local ha caído en picado desde hace dos legislaturas hasta pasar a ser prácticamente testimonial durante la actual. De los 60 millones de euros que se obtuvieron en el 2005, casi 20 más de lo presupuestado marcando un récord por la enajenación del viejo estadio municipal de Las Gaunas, se ha pasado a los apenas 540.000 euros del 2013 cuando se habían llegado a prever sobre el papel casi 7 millones.

Precisamente ese desajuste entre lo presupuestado y lo finalmente vendido ha sido motivo de reciente debate político entre PP y PSOE. Las inversiones municipales se financian bien con préstamo, bien con venta de suelo, y es por ello por lo que los socialistas echan en cara a los populares la «poca credibilidad» del próximo presupuesto general del Ayuntamiento de Logroño precisamente por condicionar el 55% de la inversión a enajenaciones cuando, este año, no se ha dado salida más que al 8% de lo previsto aún siendo la mitad. «Que 12,4 millones de los 23,1 totales estén condicionados al mercado del suelo hace cuanto menos dudar», cree Urquía, si bien San Martín recuerda que en su época -junto al PR+- tal dependencia ascendía hasta al 70%.

Las estadísticas dejan bien a las claras el desfase previsor de unos y de otros, siendo el 2009 el que ostentaría un mayor error de cálculo al presupuestarse el hoy olvidado Parque Digital del que nunca más se supo. «El PP, aun sabiendo que en el 2009 sólo habíamos conseguido vender el 4,29% del suelo previsto, nos presentó en el 2010 una enmienda para aumentar los ingresos por la venta de suelo en 30 millones, que lógicamente no aceptamos», recuerda Urquía.

Lejos quedan los años en los que, como en el 2007, las ventas de suelo se ajustaban a las cantidades presupuestadas, 43 millones de euros entonces, con operaciones tan notables como la plaza de toros -7,6 millones- Toyo Ito -14,1- y avenida de Burgos -11,2-.