El río de vino de La Mancha llegará hasta La Rioja

Una sobreproducción de uva no esperada, junto con la concentración de la vendimia por el atraso generalizado y la alarma por lluvias, ha puesto la alerta roja en Castilla-La Mancha, especialmente en Valdepeñas donde bodegas como Félix Solís tuvieron que cerrar temporalmente sus instalaciones ante la imposibilidad de recepcionar más remolques. La situación obligó el presidente de la compañía, Félix Solís, a dar una rueda de prensa de urgencia para explicar que hacían todo lo posible para afrontar la situación, «alquilando almacenes externos donde llevamos 100 millones de litros de vino nuevo, pero a día de hoy llevamos recogidos 220 millones de kilos y nuestra capacidad es de 250».

Solís advirtió de que «Castilla-La Mancha se encuentra en una situación verdaderamente complicada y no podemos garantizar que nos veamos obligados a cerrar algún día las instalaciones». También en Ciudad Real, la cooperativa El Progreso, la segunda mayor productora de Europa con 2.200 socios, se vio obligada a cerrar sus puertas el jueves y el viernes al encontrarse saturada. La consejera de Agricultura de Castilla-La Mancha, María Luisa Soriano, explicó ayer que los cierres que se están produciendo en algunas bodegas son «temporales y técnicos» debido a la «concentración en el tiempo» y que la vendimia está siendo «atípica», por lo que, a su juicio, el mejor remedio es buscar contenedores para almacenar la uva.

Salidas de vino y mosto

Por su parte, las cooperativas manchegas se pusieron manos a la obra para acabar con el colapso en la recogida y anunciaron que, asumiendo los costes logísticos, enviarán más de un millón de litros de vino y mosto, a depósitos de La Rioja -a bodegas no acogidas a la Denominación que mueven anualmente cientos de millones de litros de vino-, Navarra, Extremadura, Valencia o Aragón.