Vertido incontrolado en El Cortijo, justo donde llegan las aguas residuales procedentes desde la EDAR al río Ebro. :: MIGUEL HERREROS
LOGROÑO

Vertederos de nunca acabar

Medio Ambiente, que invierte 140.000 euros en dos campañas anuales de limpieza, desvela las dificultades para poder sancionar tal conducta Vertidos incontrolados de basura y escombros se acumulan en la periferia logroñesa

JAVIER CAMPOS jcampos@diariolarioja.com

Miércoles, 20 de febrero 2013, 10:52

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Enseres de todo tipo, desde el tradicional colchón viejo al moderno ordenador desfasado pasando por mobiliario y electrodomésticos de mayor o menor tamaño, se presentan a la vista de los paseantes de caminos rurales y zonas más o menos apartadas de la ciudad culminando montones de escombros de las más insospechadas dimensiones. Son los vertederos incontrolados, que en la periferia logroñesa aparecen y desaparecen en un número cercano a la veintena para desvelo de la Concejalía de Medio Ambiente.

Camino de Artalobos, camino de la Harinera, camino viejo de Oyón, camino del Plano, monte El Corvo, polígono de Cantabria, avenida de la Sierra o Fardachón... La lista de puntos de vertidos es tan amplia como recurrente y tendría en los existentes en el camino viejo de Fuenmayor o en El Cortijo, justo donde llegan las aguas residuales procedentes de la EDAR al río Ebro, dos ejemplos de reciente denuncia.

Si en el primero de los casos un vecino alertaba a Diario LA RIOJA de que, recién limpiado, a escasos metros de las viviendas más al norte de Valdegastea volvían a empezar a acumularse los enseres inservibles y los restos de obra; en el segundo era el colectivo ecologista riojano de Amigos de La Tierra quien denunciaba ante la Confederación Hidrográfica del Ebro y el propio Ayuntamiento de Logroño la aparición de cajas de plástico, escombros y hasta sofás en el meandro de El Cortijo solicitando su retirada ante el grave deterioro del entorno natural.

Desde la Administración local, conscientes del problema, se apela al civismo de los logroñeses para evitar tales hábitos ante la imposibilidad de erradicarlos con la normativa en la mano. Y es que las sanciones, pese a ordenanzas y leyes, son la excepción. «O pillas a quien lo tira o resulta complicadísimo», sentencia el concejal responsable, Jesús Ruiz Tutor, quien pese a todo recuerda que ya en verano, y a la espera de cerrar los datos del 2012 al completo, el Ayuntamiento había abierto 14 expedientes por falta de limpieza de solares y dos por vertidos incontrolados. «La propiedad es responsable de la limpieza de sus parcelas», añade aun a sabiendas de que el grueso del problema de los vertederos incontrolados se da en suelo municipal.

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La limpieza de vertidos incontrolados, con dos campañas anuales entre junio y julio y entre octubre y noviembre, supone para las arcas públicas un total de 140.000 euros. «Es una servidumbre con un coste que vemos como normal cuando no debería ser así, máxime existiendo mecanismos de recogida de residuos sin coste alguno... ¿por qué no usar el servicio de retirada de voluminosos e ir con el coche a un camino apartado para deshacerse del viejo sillón?», se pregunta Tutor.

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