Unas obras de 'nunca acabar'
Desde el 2007 no ha habido año en el que no se hayan realizado arreglos en el firme... Mañana comienza una reforma integral Casi seis años después de su apertura, Gran Vía sigue con sus problemas a la espera de dar con la solución definitiva
JAVIER CAMPOS jcampos@diariolarioja.com
Domingo, 15 de julio 2012, 02:35
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Las obras vuelven a Gran Vía, lo que no sería noticia si no fuese porque, esta vez, la enésima desde que comenzasen los trabajos allá por enero del 2006, el asfalto sustituirá por completo al adoquín de los cuatro carriles de circulación. Desde mañana y durante las próximas ocho semanas las palas excavadoras, los martillos compresores y las hormigoneras eléctricas volverán a dejarse ver por las dos calzadas de 630 metros... de donde nunca han llegado a irse del todo.
Dos capas de hormigón 'bituminoso' cubrirán el hueco resultante del levantamiento del adoquinado, que será recuperado al 80% pudiendo ser reutilizado en futuras actuaciones. Al menos esa es la intención del equipo de Gobierno del PP, a cuya alcaldesa, entonces al frente del denominado Plan de Centro en el que se enmarcaba el proyecto, le persigue todo lo acontecido en la céntrica vía desde entonces.
Desde el 2007, año en el que se procedía a su apertura al tráfico rodado mientras proseguían las obras en el subsuelo para completar los subterráneos, no ha habido ejercicio en el que no se hayan acometido arreglos en un firme que no dio el resultado esperado. Tras casi un millón de euros 'gastados' y varios informes técnicos después -tanto internos como externos- el PP sigue el camino iniciado por PSOE y PR en algunos de sus tramos cambiando el problemático pavimento.... aunque en toda su extensión.
Sin embargo, mientras el otrora 'bipartito' socialista-regionalista siempre ha denunciado un proyecto «mal diseñado y peor ejecutado», los populares les han respondido con que, tras los incontables desperfectos y el sinfín de deterioros, se encontraba una premeditada falta de mantenimiento.
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Sea como fuere, el caso es que el informe de recepción de la obra realizado por el Ayuntamiento en febrero del 2007 ya advertía de que la mayoría de las zonas habían sido puestas en servicio inmediatamente después de ser ejecutadas por razones excepcionales de interés público. Y prácticamente desde esa misma fecha se han venido sucediendo problemas para los que, casi seis años después, sigue sin encontrarse una solución definitiva.
Desde junio del 2007 a marzo del 2008 se obliga a la empresa a realizar múltiples y continuas reparaciones, pero, a partir de ahí, todo corre a cargo del Ayuntamiento. 81.100 euros en lo que restaba de año para, durante el 2009 y el 2010, hacer frente a más de 600.000 euros en mantenimiento y reformas en el pavimento derivados de fallos y carencias en su diseño. Y es que, por poner un ejemplo, las canaletas de separación entre carriles, que contaban con puntos de luz en el diseño original, resultaron una ruina...
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El Ayuntamiento, llegados a este punto, creyó que ya iba siendo hora de poner fondo al saco en el que se había convertido la Gran Vía desde que finalizase la garantía de un proyecto cuya liquidación supuso por sí misma 6,4 millones de euros más de lo previsto a las arcas municipales. Y fue en el 2010 cuando PSOE y PR planearon el asfaltado por fases, una solución tan tajante como supuestamente efectiva a raíz de otros tantos informes.
El cambio de Gobierno en el 2011 se produjo con apenas una fase finalizada -la de la 'plaza Salón'- y el PP, quien ya anunciase dentro de su programa electoral que resolvería el problema, ha esperado hasta el 2012 para, tras un año ocupándose solo de 'parchear' los desperfectos más graves -aquellos que suponían riesgo para el tráfico y la seguridad vial-, anunciar que era momento de acometer la reparación integral... definitiva o no, solo el tiempo lo dirá.
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Gran Vía, año cero. El 9 de enero del 2006, lunes para más señas, comenzaban oficialmente las obras de reurbanización de Gran Vía -prácticamente listas un año después- y del aparcamiento subterráneo -que se dilatarían hasta verano del 2008- sin que nadie se pudiese imaginar que las máquinas habían llegado... para quedarse durante el siguiente lustro.
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