Logroño supera ya las 400 terrazas

Una oferta creciente... y que año tras año marca un nuevo récord. Logroño dispone en la actualidad de un total de 417 terrazas de bares y restaurantes después de que en lo que va de año se haya incrementado hasta en un 7% el número de establecimientos hosteleros que optan en un momento determinado por sacar a la calle mesas y sillas para atraer clientela y ampliar no solo servicio sino negocio.

Atrás quedaron los años -entre el 2005 y el 2009- en el que las terrazas superaban las 200, pero no llegaban a alcanzar la barrera de las 300. Hoy, y después de que primero se modificase la ordenanza municipal para regular las mismas por metros cuadrados y no por número de mesas, y al tiempo se hiciese para permitir cerramientos que posteriormente precisaron ser 'matizados' tras la entrada en vigor de la prohibición de fumar en bares, pubs y restaurantes, el 'hito' de las 400 también es una realidad en esta nueva temporada que ahora afronta sus mejores meses.

Según los datos facilitados por el Ayuntamiento, la capital de La Rioja contaba con 311 veladores autorizados entre el 1 de enero y el 31 de diciembre del 2011, a los que se sumarían las hasta 57 nuevas licencias concedidas en lo que va del 2012. Y ello sin tener en cuenta que en la actualidad hay hasta 86 expedientes abiertos -en tramitación- que deberán ir resolviéndose en los próximos meses.

A la cifra total -cuyo baile es atribuido por la propia Administración local no solo a nuevas altas sino a modificaciones de las ya existentes y más teniendo en cuenta que aún colea la denominada ley 'antitabaco'- se le suman los 22 cerramientos autorizados durante el pasado ejercicio, que a día de hoy ya se han incrementado a 33.

El edil Ángel Sáinz Yangüela, preguntado al respecto, aún recuerda que cuando el PP llegó a la Alcaldía en junio del 2011 en las oficinas había a la espera un total de 321 expedientes -muchos de ellos de adaptación a la nueva normativa-, de los que 111 respondían a nuevas altas y, por tanto, tuvieron que ser priorizados. Y es que la entrada en vigor de la ley 'antitabaco' llevó al sector a llamar a las puertas del Ayuntamiento para, al menos, poder sacar un par de mesas para fumadores.

Una circunstancia que, pese a que las zonas prohibidas (o saturadas) son las menos, ha creado no pocos problemas a la hora de resolver tal avalancha de peticiones. Las licencias, que se conceden por un año y se prorrogan automáticamente, en la práctica se complican pues en su mayoría 'retornan' a la Administración para ser modificadas.

Y es que quien antes tenía dos mesas para fumadores, ahora quiere sillas; y el que ocupaba 20 metros solicita 30 o, llegado el caso, un cerramiento en alguna de sus múltiples variantes autorizadas. Nadie se resiste, y más en tiempos de crisis, a sacar terraza, y ni el Ayuntamiento sabe hasta dónde podemos llegar. «El tope solo lo marcan las limitaciones de la ordenanza», dicen.