La asistencia técnica de la obra ya advertía sobre posibles defectos
J. C.
Domingo, 13 de mayo 2012, 02:32
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Nada más abrirse al tráfico a finales del 2007 quedó claro que el firme de las calzadas de la Gran Vía iba a ser sinónimo de problemas... Cuando aún los conductores se estaban acostumbrando al nuevo escenario comenzaron a aparecer desperfectos. Su estado, pese a las varias reparaciones acometidas desde entonces, ha empeorado en los últimos meses.
El informe de Ceism-Intevía desvela que la ejecución de la obra contó con una asistencia técnica para la vigilancia e inspección de los trabajos, que en lo relativo a los viales no detectó anomalías sustanciales, si bien sí que ya entonces se produjeron algunas «llamadas de atención» por parte de la adjudicataria en forma de riesgos: su rápida apertura al tráfico una vez selladas las juntas del adoquinado con mortero podría afectar al comportamiento de la losa; la colocación de un tubo de canalización de alumbrado bajo las baldosas de granito de los entrepaños en el eje de la calzada podría debilitar la sección; y las rampas de transición supondrían desde el principio zonas débiles exigiendo reparaciones continuas.
Y lo cierto es que las advertencias, pese a ser solo posibilidades, se han ido cumpliendo una tras otra... Ambas calzadas presentan actualmente abundantes deterioros: de entre todos ellos los más graves son los hundimientos, siendo el mortero la capa que da origen a los mismos. «Parece que no ha habido un mantenimiento adecuado y ello ha acelerado el deterioro», dice el informe.
Los análisis pertinentes concluyen que el hundimiento de losas y adoquines se produce por fallo del mortero de apoyo, debilitado por la entrada de agua en el firme. Tal entrada se produce por las juntas de adoquines y losetas en las zonas en las que el mortero de sellado está más dañado o ha desaparecido, lo que suele coincidir con las áreas de parada o frenada o intersecciones con salida en giro de vehículos.
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Y es que, según el mismo, este tipo de pavimento, apoyado en arena o mortero, funciona bien en zonas de tráficos muy ligeros, pero con cargas pesadas como el caso de la Gran Vía precisan siempre de un mantenimiento continuado. Al haber sido el mantenimiento inadecuado del resellado de juntas y especialmente del sistema de drenaje una de las razones del fallo del pavimento actual, la empresa recomienda de manera especial en lo que se vaya a rehabilitar que se cuide la conservación de la rejilla y drenaje por parte de los servicios municipales.
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