Urquía: «Las áreas que gestionó el PR en Logroño fueron las más escandalosas»

La ponencia de estatutos que el PR llevará al congreso de marzo donde consumará su unión con Ciudadanos de Logroño ha abierto la caja de los truenos de las relaciones con el PSOE. Las reflexiones internas de los regionalistas concluyendo que debieron romper el pacto de Gobierno en el Ayuntamiento logroñés dados los incumplimientos socialistas fueron ayer rebatidas con contundencia por Vicente Urquía. «Todos los ciudadanos saben que las áreas que gestionó el PR fueron las más escandalosas», aseguró el portavoz del grupo municipal y secretario general del PSOE en Logroño, quien se confesó «absolutamente traicionado» por el análisis de la formación presidida por Miguel González de Legarra respecto a su derrota electoral. Más aún cuando «los defendimos en el Gobierno y hemos seguido haciéndolo después». «Si alguien generó polémicas en la anterior legislatura fue el PR, mientras que en las áreas de nuestra competencia no hubo ni un problema», dijo. Urquía fue más allá al concretar que fueron determinadas actuaciones vinculadas a Logroño Turismo y el 'caso de las esculturas' las que provocaron el mayor desgaste social del bipartito.

Lejos de asumir la tesis de que los regionalistas debieron romper el pacto que permitió a Tomás Santos alcanzar la Alcaldía, Urquía entiende que la situación es inversa: «Nosotros sí que debíamos haber sacado al PR del Gobierno, porque motivos había de sobra».

¿Y por qué no se concretó? «Por lealtad», insiste. Y por mantener la estabilidad obligada para la gobernabilidad de la capital riojana sobre un pacto «que se cumplió con un notable alto» aunque quizás, en opinión de Urquía, pecó de un exceso de ambición.

Para el portavoz socialista, el razonamiento del PR perjudica las propias opciones de futuro de esa formación. «Tienen que ser más autocríticos y mirar qué hicieron mal en vez de culpar constantemente a los demás de su derrota». Desde su punto de vista, lo que pasó factura al PR (y en paralelo al PSOE) fue «su sobreactuación y los intentos de anular en determinados momentos la figura del alcalde». «Un protagonismo permanente en todo y una gestión manifiestamente mejorable». Y remacha: «Ya les vale; que dejen de echar balones fuera y se miren a sí mismos».