La atención a pacientes alaveses en el Hospital San Pedro le cuesta a los riojanos 7 millones al año
Asegurada la atención a desplazados y casos de urgencia, La Rioja cree que asumir unas 10.000 cartillas alavesas no puede hacerse sin compensaciones
LUIS JAVIER RUIZ ljruiz@diariolarioja.com
Domingo, 6 de noviembre 2011, 13:04
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Las relaciones de buena vecindad entre La Rioja y el País Vasco parecen resquebrajarse. Al menos en lo que a cuestiones sanitarias se refiere. ¿De dónde viene el conflicto? ¿Tiene fácil solución? ¿Quiénes son los perjudicados? Las respuestas dependerán del interlocutor. En el País Vasco se critica a La Rioja por, dicen, «dejar en desamparo a los habitantes de La Rioja Alavesa». En La Rioja se asegura que ha llegado el momento de poner fin a la 'barra libre' de atención no urgente -en los servicios de urgencia tienen, igual que hasta ahora, abiertas las puertas, lo mismo que sucede con los desplazados- a pacientes con tarjeta sanitaria expedida por Osakidetza, el servicio vasco de Salud. Una atención que pasa una onerosa factura al Servicio Riojano de Salud -que se financia con los tributos generados en la región- y que no tiene contraprestación económica.
Históricamente, los vecinos de La Rioja Alavesa -especialmente los de las localidades más próximas como Oyón, Yécora o Laguardia acudían a los centros de salud de su municipio dependientes de Osakidetza. En caso de ser necesario, derivaba a los especialistas de los hospitales riojanos, antes en el San Millán y ahora en el San Pedro.
Ahí reside el problema. Lejos de ejecutar esa derivación a través de los protocolos establecidos -que asigna como centro de referencia al hospital de Txagorritxu de Vitoria- los galenos alaveses enviaban a sus pacientes a Logroño por cuestiones de proximidad geográfica. En total, La Rioja venía prestando entre 400 y 500 servicios mensuales a pacientes alaveses y asumiendo, de una u otra manera, la salud de una población de unos 10.000 habitantes. Atenciones especializadas que incluyen, también, la práctica de intervenciones quirúrgicas con todos los controles, pruebas y exámenes previos, así como el seguimiento y revisiones posteriores.
Más de 7 millones de euros
La factura final asusta. Según ha podido conocer este periódico tras consultar a expertos sanitarios -que en su análisis han considerado tanto el medio millar de atenciones mensuales como los términos económicos de diferentes convenios de colaboración entre sistemas de salud fronterizos- el coste supera los 7 millones de euros anuales. Más de 1.200 millones de las antiguas pesetas que, con cargo al presupuesto del Servicio Riojano de Salud, sufragan una atención que tendría que asumir la sanidad pública vasca.
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El presidente regional, Pedro Sanz, es claro: «No queremos perjudicar a los ciudadanos de La Rioja Alavesa. El problema lo tiene el Gobierno vasco que permite que el Hospital San Pedro se haya convertido en referencia sanitaria para núcleos de población próximos a La Rioja y que son competencia de Osakidetza». Además, explica que, para evitar la situación contraria, la de vecinos riojanos que acudieran a hospitales de otras regiones por cuestiones kilométricas, «ordenamos en su día un hospital en Calahorra y un centro de especialidades en Haro».
Pese al conflicto y el rechazo de derivaciones no justificadas, la sanidad riojana no va a abandonar ahora a los pacientes alaveses que están en tratamiento. Sanz calcula que son «más de un millar» y asegura que su atención se completará sin incidencias.
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Y es que, dando por buenos los argumentos esgrimidos por los afectados, La Rioja no se niega a atender a esas casi 10.000 cartillas alavesas, sino que no está dispuesta a correr con un gasto que no le corresponde. «Hasta ahora no ha habido ninguna contraprestación», explica Sanz, que adelanta que los responsables de ambas regiones «están en conversaciones para buscar una solución. Hay opciones como que construyan un hospital en la zona de La Rioja Alavesa o fijar algún tipo de compensación. Si llegamos a un acuerdo, encantados, pero no podemos cargar con una zona que no nos corresponde».
Desde el País Vasco se critica con dureza la decisión del Ejecutivo riojano y recuerdan que los pacientes de La Rioja Alavesa estaban adscritos a los cupos de especialistas de Logroño antes y después de las transferencias de Salud. Asimismo señalan que en centros públicos vascos se atiende «a un alto número de pacientes riojanos, unos 3.000 al año». Esa cifra «la tendrán que demostrar», explica Sanz, que recuerda que una cosa es hablar de «hospitales de referencia a los que puedas enviar pacientes para una atención especializada de la que tú careces -caso de Cantabria, Navarra, Aragón, País Vasco- y otra cosa es que toda la atención hospitalaria especializada de referencia sea la de otra comunidad».
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Al igual que con el País Vasco, La Rioja está en contactos con las autoridades sanitarias de Navarra para revisar la atención de zonas limítrofes al haber trasvase de enfermos entre ambas regiones en el entorno de los hospitales de Logroño, Calahorra y Tudela.
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