Si conduces, no bebas... ni te drogues

El término 'Drogotest' seguramente resulte poco familiar para buena parte de la población. Sin embargo, a partir de ahora va a comenzar a resultar más cotidiano. Se trata de un mecanismo para detectar el consumo de drogas entre los conductores y las primeras pruebas de su efectividad ya se han comenzado a realizar en las calles logroñesas. Diario LA RIOJA se desplazó en la madrugada del viernes a uno de esos controles para comprobar de primera mano cómo se efectúan estas pruebas.

El dispositivo policial, situado en la calle Víctor Pradera, llamó la atención de los transeúntes que querían comprobar qué ocurría. En un principio, el procedimiento inicial es idéntico al realizado en los controles de alcoholemia. De hecho, esa prueba fue la primera a la que se sometieron los conductores.

Y es que el 'drogotest' (o 'narcotest') se realiza sólo si el control de alcoholemia previo resulta negativo. «Si nos encontramos con alguien que no ha bebido pero al que se le nota influenciado por algo procedemos a realizarle el control de drogas», explica Pedro Merino, subinspector de la Policía Local y coordinador del turno de noche. «Si el test de alcoholemia sale positivo, no resulta necesario el segundo paso», añade.

La prueba es bastante más extensa que la de alcohol (se alarga alrededor de unos 20 minutos), puesto que consta de tres partes diferentes y es algo más complicada. Por esa razón, los miembros de la Policía han tenido que realizar cursos de formación para conocer el funcionamiento exacto del mecanismo. «En primer lugar -cuenta Merino- se procede a tomar una muestra de saliva del conductor».

Esta acción la lleva a cabo el propio afectado y tiene una duración aproximada de un minuto (30 segundos por cada uno de los dos carrillos de la boca). A continuación se procede a introducir la muestra tomada en un 'buffer' en el que la saliva se mezcla con un reactivo. «Así se consigue que el líquido se vuelva fluido», indica el subinspector.

Tras esto, se depositan siete gotas en cada uno de los dos dispositivos de incubación y se deja reposar el resultado durante cuatro minutos. «Ahí se mezcla con oro para provocar que el producto llegue a los filamentos y detecte o no la presencia de drogas», detalla Merino. El procedimiento se cierra al apretar cada uno de esos dispositivos para provocar que el resultado llegue a los filamentos. «Si las marcas rojas aparecen significa que la persona no ha consumido ninguna sustancia. Si alguna línea no sale quiere decir que sí que ha tomado drogas», relata el subinspector de Policía.

A aquellos que se les reclame la realización del test, están obligados a someterse a él y, en el caso de que den positivo, la sanción puede oscilar desde los 500 euros de multa y la retirada de seis puntos del carné de conducir hasta la apertura de un procedimiento penal, si se considera que el consumo afecta a la conducción.

En cuanto a las drogas que el mecanismo detecta, se pueden agrupar en cinco grupos. Encuentra cocaína, toda clase de opiáceos, anfetaminas, metanfetaminas y THC (marihuana y derivados), siempre y cuando se hayan consumido en un periodo de tiempo inferior a 24 horas, sea en la cantidad que sea. «A nosotros nos interesa encontrar a las personas que han tomado drogas y a las que ese consumo les puede afectar a la conducción», explica Merino. «Si la droga está en la saliva significa que también está en la sangre y que puede alterar la actuación del conductor», aclara.

De momento, parece que la medida ha sido acogida de buena gana por los ciudadanos. En el control en el que estuvo presente Diario LA RIOJA no se registró problema alguno y, al mismo tiempo, los logroñeses se mostraron de acuerdo con la implantación de este tipo de medidas. «Me parece muy bien que se realicen controles antidroga, pero creo que se deberían hacer con la misma asiduidad que los de alcoholemia», apuntaba una transeúnte. «Es perfecto porque un conductor drogado es un peligro para el resto de los ciudadanos», remarcaba otro.

Así pues, todos los conductores que circulen con su coche por las calles de Logroño se pueden ver sometidos a partir de ahora al 'Narcotest'. El objetivo está claro y no es otro que aumentar la responsabilidad de los ciudadanos y concienciarles del peligro de mezclar conducción con el consumo de cualquier tipo de sustancias que puedan alterar su comportamiento al volante.