Miradas dispares en 'El espejo de Venus'

«Me gusta», «no me gusta», «la fea es la rotonda», «me parece un amasijo de hierros», «me identifico plenamente con la obra y con su significado»... La disparidad de opiniones acompañó ayer a la inauguración oficial de la escultura que sobre la igualdad de género ha sido colocada en la rotonda de Duques de Nájera con Chile.

Creada por Ricardo González, donada por Caja Vital, instalada por Lázaro Conextran y todo con el beneplácito del Ayuntamiento de Logroño, 'El espejo de Venus', como así la ha denominado el artista soriano afincado en la capital de La Rioja, es una escultura dedicada a las mujeres en su camino hacia la igualdad en la que, más allá de su significado, lo que parece ser motivo de discusión ciudadana es su dimensión estética.

Autoridades y curiosos acudían ayer a la transitada rotonda para dar la bienvenida a una obra que, con doce metros de altura, no deja indiferente a nadie. Formada por varias vigas de acero rojo, que convergen en varias olas de mar de las que cuelga el símbolo de la mujer en acero corten, 'El espejo de Venus' se está viendo envuelta en una polémica similar a la vivida con la instalación del Monumento a las Víctimas del Terrorismo, obra del vasco Agustín Ibarrola, en el céntrico Espolón en verano del 2008.

Más de dos años después, Logroño se encuentra nuevamente ante una pregunta ya conocida: ¿Te gusta o no te gusta? La inversión en esculturas por parte de cualquier Ayuntamiento siempre llega acompañada de controversia, pero ni siquiera el hecho de que en este caso la misma le haya salido totalmente gratis a la ciudad ha impedido que surja el debate.

«Todo el mundo tiene derecho a expresarse con libertad, lo que ocurre es que a veces la gente es muy atrevida», reconoce el propio González. El 'padre' de la misma, director de la Escuela de Arte y Superior de Diseño de La Rioja, únicamente pide respeto. «Hay que ser prudente porque difícilmente el 90% de las personas que van al cine llegan a entender la película que han visto, de la misma manera que difícilmente quien accede al interior de un vehículo sabe lo que hay ahí pues simplemente ven un objeto cuando detrás hay muchísimo más», argumenta González.

Saber respetar

«Estudiamos, nos preparamos e investigamos y, al igual que yo no entiendo una operación de apendicitis, hay que saber respetar cuando alguien hace algo y como poco mostrar un poco de respeto y de sensibilidad en el pensamiento, es decir, pensar antes de hablar para sacar tus propias conclusiones y seguro que así menos gente se atrevería a decir lo que dice», concluye el escultor.

Ayer, finalizados los discursos de escultor, alcalde, concejala de Igualdad y responsable de la Obra Social de Caja Vital, culminados con música clásica y lectura de poemas, llegó el turno de valoraciones. «Las distintas corporaciones municipales ya se han acostumbrado a ello. Cada escultura llega con polémica, opiniones a favor y en contra, pero lo cierto es que, tal y como sucedió con la de Ibarrola en El Espolón, finalmente quedan integradas con todos los parabienes», se pronunciaba Tomás Santos, quien aprovechó para dejar claro que a él, personalmente, «le encanta».