Santos exhibe su «gestión eficaz» pese a la crisis

No hubo grandes novedades como tampoco sorpresas en la primera jornada del Debate sobre el Estado de la Ciudad celebrada ayer en el salón de Plenos del Ayuntamiento. La primera sesión de la cita política más relevante en el calendario municipal discurrió sobre el guión previsto con la única intervención del alcalde, Tomás Santos, quien hizo caer el peso de su discurso en una extensa enumeración de actuaciones desarrolladas por sus distintas concejalías.

En ese repaso, en el que invirtió una hora y quince minutos, Santos presentó un balance de la gestión del último año, pero rindió cuentas también sobre su acción de gobierno durante los últimos tres ejercicios consciente de que el de ayer era el último debate antes de encarar las próximas elecciones locales.

El regidor vertebró su exposición en torno «al cuerpo físico» y «el alma» de Logroño para trazar el diagnóstico de la ciudad bajo su mandato. En el primer ámbito situó, por ejemplo, actuaciones como el soterramiento de la vía férrea que, según exclamó, protagonizará el cambió «más espectacular» que se ha producido en la historia de la ciudad.

Un espacio en el que Santos aludió también a la rehabilitación «imparable» del Casco Antiguo, zona en la que -aseguró- se han invertido «más de 40 millones de euros» en los últimos tres años, destacando el Centro de la Cultura del Rioja como la principal referencia de la política del Ejecutivo local en el centro histórico. Dos grandes «logros» a los que el alcalde sumó un tercero: las medidas adoptadas para potenciar el uso recreativo del río que responden al archiconocido lema de «transformar el río Ebro en la calle principal de la ciudad».

Tres grandes proyectos ya en marcha que, sin embargo, no agotan la atención y el cuidado que requiere Logroño, «el cuerpo físico» de la capital al que se refirió insistentemente Santos. Así, expuso que de cara al futuro son tres los ejes que guiarán su política urbana. En el primero incluyó una revisión del Plan General Municipal pensado para que la ciudad «sea sobre todo de las personas que caminan» y que resuelva «los problemas heredados debido a la expansión inmoderada de los últimos años».

Del suelo pasó a la vivienda para reseñar que «en estos momentos están en fase de licitación 1.158 viviendas protegidas» dentro de una política que ha impulsado «el alquiler protegido y la rehabilitación».

El medio ambiente fue el segundo de los pilares de futuro a los que se refirió el primer edil, quien recordó actuaciones como el Parque Municipal de Jardinería, la ampliación de la potabilizadora, el nuevo colector de la calle Chile y la Vía Verde de El Cortijo. Y ya como tercer eje de su ideario citó el Plan Estratégico Logroño 2020, un documento abierto a la participación ciudadana que, indicó, «va a ser un instrumento de gran ayuda para seguir articulando el modelo de ciudad que demandan los ciudadanos».

La cohesión social

Del 'cuerpo físico' Santos saltó al etéreo territorio del 'alma social' de la ciudad para defender su política de cohesión social, a la que elevó a la categoría de «columna vertebral de nuestra acción de Gobierno». Fue el punto en el que con más empeño se aplicó el alcalde, quien aseguró que «nunca en la historia de este Ayuntamiento se han dedicado tantos recursos a derechos sociales como en esta legislatura». En concreto, señaló, se ha pasado de ocho millones de euros en el 2007 a once millones en el 2010.

Ayudas a domicilio, programas de atención a personas en riesgo de exclusión social y a menores son los epígrafes que mayor aumento han registrado, recordó el regidor antes de desgranar otras decenas de medidas adoptadas en materia de igualdad, empleo, educación, seguridad ciudadana, turismo o transporte. Especial mención recibieron proyectos ejecutados o ya en marcha como la ampliación de los recursos para las 'chiquibecas', el impulso a las nuevas guarderías públicas, la creación de la ludoteca de la Gran Vía o la construcción de la primera biblioteca municipal.

En definitiva, concluyó Santos, «una apabullante nómina de tareas concluidas de manera eficiente, sabiéndonos apretar el cinturón, haciendo de la austeridad virtud y optimizando los recursos». No olvidó tampoco referirse a la situación económica del Ayuntamiento, objetivo constante de las críticas de la oposición, a la que acusó de practicar una «demagogia hueca y sin datos». Los suyos indican que «el Gobierno municipal que presido -enfatizó el alcalde- le está costando a los logroñeses 200.000 euros menos al año que el Gobierno anterior».