Borrar
Un libro novela los entresijos de la participación de España en Irak
ESPAÑA

Un libro novela los entresijos de la participación de España en Irak

¿Por qué entramos en guerra? Un libro escrito por dos periodistas novela los entresijos de la participación de España en la contienda. Los autores sacan a la luz el trabajo de nuestros espías en Bagdad

ARANTZA PRÁDANOS

Viernes, 26 de marzo 2010, 10:22

Cuánto dura un atentado? Hay preguntas de apariencia trivial capaces, sin embargo, de dinamitar kilos de secretos y versiones oficiales. ¿Cuál es el lapso temporal que define un ataque terrorista? La práctica nos ha acostumbrado a verlo como una acción súbita, brutal, dirigida contra algo o alguien como parte de la estrategia reivindicativa de un grupo político, social, religioso, económico. Violencia premeditada largo tiempo que se salda en un instante, un disparo en la nuca, el estallido de un coche bomba, un kamikaze suicida. Unos segundos y luego, muerte y silencio. Si esto es así, quizá haya atentados que no son tales, sino otra cosa.

Los periodistas Jordi Bordas y Eduardo Martín de Pozuelo, fundadores del equipo de investigación de 'La Vanguardia', analizaban con un colaborador del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) la muerte de siete espías españoles en Latifiya, cerca de Bagdad, en noviembre de 2003. Para el Gobierno de José María Aznar se trataba de un atentado islamista. «¿Un atentado? ¿Cuánto dura un atentado?», preguntó el agente a los reporteros. El ataque contra ochos agentes fue un tiroteo largo, más de 45 minutos, bien orquestado y con clara desproporción de fuerzas; armas cortas frente a lanzagranadas y anticarros de los iraquíes. Al final del intercambio desigual de disparos los atacantes mataron uno a uno a los miembros del CNI. Sólo sobrevivió uno de ellos y, según Bordas y Martín, le dejaron vivo deliberadamente. Para contarlo, se supone.

Aquello fue «una emboscada» dirigida a conciencia contra los españoles, no un atentado contra occidentales. No es un matiz retórico. Debajo de él subyace una tesis distinta de la oficial sobre la participación española en la invasión de Irak y la cadena de hechos que desembocaron poco después en el 11-M.

La sangría de Latifiya es el nudo gordiano de 'Sin cobertura' (RBA), un híbrido de thriller político e investigación periodística con altas dosis de crónica política real y la ficción justa para rellenar algunos huecos, allí donde no llega la constancia documental «pero sí la certeza de que fue así». Los autores sostienen que fueron crímenes orquestados por los propios colaboradores iraquíes del CNI durante largos años -gente próxima al régimen de Saddam, pro-occidentales- , traicionados por España al no sacarles a ellos y sus familias de Irak al comienzo de la guerra. La negativa del Gobierno de Aznar a cumplir su compromiso «de darles pasaportes y cuatro euros para buscarse la vida en otro sitio» -señala Martín de Pozuelo- puso una diana en el pecho de los agentes secretos españoles. Literalmente, «les dejó sin cobertura». A descubierto y en tierra hostil. Hubo por parte de los iraquíes varios ultimatums no atendidos y un primer aviso dramático. El sargento primero del CNI José Antonio Bernal fue tiroteado y asesinado en su casa en Bagdad en octubre de 2003. Mes y medio después sucedió la celada mortal contra los ocho agentes.

Y más preguntas. ¿Por qué no se atendieron las demandas de los confidentes iraquíes? ¿Dejadez, olvido fatal, tradición de dejar colgados a los aliados? «Recuerdo que esto es una novela, pero mi opinión es que hubo una mala valoración política», inducida tal vez por un factor esencial. «Que entonces todo lo que no fuera ETA no era prioritario», recalca Martín de Pozuelo. Avala esta interpretación Dolores Delgado, fiscal de la Audiencia Nacional, coordinadora de los asuntos sobre terrorismo internacional que llegan a este tribunal. En aquellos años, «aquí había obsesión por investigar a ETA y esa obsesión entorpeció la investigación del terrorismo internacional. Hay un momento en que nadie se creía las investigaciones del terrorismo islámico», asegura.

En instancias oficiales se desdeñaron indicios de la implantación en España de incipientes células yihadistas, aún durmientes. Luego llegó la guerra de Irak, la participación española al lado de los invasores, Estados Unidos y Reino Unido, los atentados del 11-M, y todo cambió. Tras firmar la orden de retirada de las tropas de Irak, una de las primeras decisiones del nuevo Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero fue significativa: la convocatoria en el BOE de 160 plazas de traductor de árabe para atender las necesidades policiales, judiciales y demás. Ya no se necesitaban sólo intérpretes de euskera.

La cumbre de las Azores

En 'Sin cobertura' pesan mucho los años de indagaciones de los autores en el submundo de los servicios de inteligencia y las hemerotecas. Por sus páginas desfilan la cumbre de las Azores y la invasión de Irak; el envío de 1.300 soldados españoles a pesar de que el CNI ponía en solfa la existencia de armas de destrucción masiva -nunca las hubo-, o la presencia de Al-Qaida -no estaba en el Irak de Saddam, ahora sí- y los intereses españoles ocultos tras el programa 'petróleo por alimentos' de la ONU. Están los dos periodistas españoles muertos en Irak -José Couso, disparado por el ejército estadounidense, y Julio Anguita Parrado- y los millones de españoles que gritaban en las calles el 'no a la guerra'. Se recrea además una jugosa bronca entre el Rey y José María Aznar; el primero contrario a intervenir en Irak, el segundo decidido a secundar a George W. Bush. Pelea apócrifa, sí, pero factible a la luz de dos hechos ciertos. «España nunca declaró la guerra porque ésa es una competencia del jefe del Estado, y la conocida falta de sintonía entre el Rey y el presidente Aznar». Ahora bien, acota Bordas, «en términos periodísticos no habríamos escrito eso». 'Se non è vero, è ben trovato', que dicen los italianos.

El libro indaga en las razones de Aznar para buscar un sitio en la historia al lado de Bush y Tony Blair. «Quizá la propia idiosincrasia del presidente, ese deseo de convertirse en un líder para toda Europa», apunta Bordas, a pesar de que «buena parte del Ejército decía, pero ¿qué coño hacemos en Irak?». Demasiadas preguntas, demasiada información para resultar cómodo. Planeta compró los derechos de edición. Un mes antes del lanzamiento, en otoño pasado, renunció. «La crisis», dijeron en la editorial propietaria de Antena 3.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

larioja Un libro novela los entresijos de la participación de España en Irak