'El juego del calamar', una preocupación para padres y centros educativos
Dos expertas de la UNIR analizan el fenómeno de la serie de moda y las razones por las que resulta atractiva para los espectadores, menores incluidos
La Rioja
Martes, 26 de octubre 2021, 19:45
Personas prácticamente desahuciadas, en bancarrota, con una enfermedad terminal o algo terrible que ocultar, participan en una competición a vida o muerte para llevarse 45.600 millones de wones, alrededor de 330 millones de euros. Solamente puede haber un ganador, el resto perderá la vida en el intento. Así explica Borja Crespo el argumento de 'El juego del calamar', la serie de moda que ha llenado de preocupación a padres y centros educativos.
¿A qué se debe esa preocupación? Dos expertas de la UNIR lo explican en las cámaras de TVR. Lucía Tello, coordinadora del Grado en Comunicación, relata las razones por las que la creación audiovisual ha llamado la atención de mucha gente, menores incluidos. «Está construida de una manera muy atractiva; los protagonistas van pasando distintas etapas y el espectador también quiere ir superándolas», relata. A eso hay que añadir una escenografía muy vistosa y un grado de violencia muy alto. «Eso provoca que tenga un efecto llamada mayor», añade la investigadora.
Tello hace hincapié igualmente en que la construcción de la serie enfatiza en un aspecto muy infantil de los televidentes. «Son juegos de nuestra infancia y la indumentaria de los personajes se asemeja a la que llevan los niños en el colegio», apunta. «Aunque no es apta para menores de 16 años, apela a un público juvenil casi obligatoriamente», añade.
Para María Campo, por su parte, la serie está bien indicada como no apta para menores de 16 e «indiscutiblemente» no es adecuada para los niños de menores de esa edad. «El niño no tiene capacidad para distinguir entre realidad y ficción y esta serie no es un buen modelo ni una buena opción para que los niños jueguen», cuenta la profesora del Máster en Orientación Familiar de la UNIR. «Por la violencia y por el modelo de relaciones sociales que ofrece», apostilla.
La razón por la que no resulta adecuada se argumenta en la necesidad de los niños de repetir aquello que les gusta. «Hay una obsesión por jugar a esto en nuestras aulas y se están generando conflictos que van más allá de los naturales», explica Campo: «Hay violencia, relaciones destructivas, y lenguajes muy duros copiados de la serie; los niños absorben el lenguaje tal cual».
Campo asegura que los equipos docentes están alarmados por esas circunstancias. «La comunidad educativa está haciendo un esfuerzo muy grande por la importancia que tiene que los padres sean responsables con lo que sus hijos ven o hacen», recalca antes de que su compañera Tello destaque que la serie está construida de una manera que genera mucho simbolismo «que es muy sencillo de replicar».
Ante toda esta situación, la pregunta que surge es la siguiente: ¿cómo pueden hacer los padres para que sus hijos no vean 'El juego del calamar' y no imiten sus comportamientos? María Campo lo tiene claro. «No pasa nada por prohibir lo que no es apto», sentencia. «Tenemos que ponernos serios y marcarles a nuestros hijos el límite, como hacemos con otras cosas», añade.
De igual manera, Campo, recalca la necesidad de hacer un seguimiento posterior. «Porque en cualquier momento pueden tener la tentación de ver la serie», apostilla antes de ofrecer el último consejo: «Hay que darles a los niños otras opciones para ver y jugar; alternativas óptimas y aptas».
