Holika: la gran recogida
Los 'holikers' pliegan esterillas y tiendas de campaña y dejan hoy Calahorra para regresar a sus casas | «La juventud ha dado un ejemplo de felicidad y de respeto mutuo» , valora Mario Cornago, director del festival
Y Holika terminó. Con buen sabor de boca y con las caras de sueño de los miles de jóvenes que desde esta mañana abandonan la zona de la acampada del festival. Cuatro días en su caso de una gran fiesta musical, prácticamente 'non stop', que deriva en un cansancio extremo, que a más de uno le ha dejado dormido en la silla de camping en la que esperaba el autobús de regreso a casa.
Junto a la plaza de la catedral los coches de muchos padres y madres iban llegando uno tras otro para recoger a sus hijos e hijas. La tienda de campaña, la esterilla, la maleta, la mesa, las sillas... Toda la infraestructura utilizada para la 'supervivencia' en la acampada volvía de nuevo al maletero. «¿Qué tal?, ¿mucha juerga?», preguntaba nada más aparcar uno de los padres a una cuadrilla de amigos con más ganas de dormir en el coche que de resumir lo vivido en los cuatro días. «Bien, bien», salían del paso.
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«La juventud ha dado sobre todo un ejemplo de felicidad y de respeto mutuo», destaca en una primera valoración Mario Cornago, director ejecutivo de Burcor Producciones, organizadora del festival. «Se ha vivido algo histórico. Después de dos años de pandemia se ha notado que era el detonante que necesitábamos para quitarnos ese peso de encima», apunta.
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Sobre el desarrollo del evento subraya sobre todo como «todos los artistas han conectado con el público» y «a nivel general ha habido un cambio de opinión de lo que es el festival y lo que genera».
Cita fija antes de San Fermín
Ahora ya solo queda soñar con Holika 2023, que se desarrollará en fechas similares. «Nosotros siempre hacemos el festival el fin de semana antes de San Fermín. Y mantendremos la idea de hacerlo jueves, viernes y sábado», avanza Mario Cornago, sobre la próxima edición, en la que si en algo se trabajará para mejorar será la entrada del primer día para evitar las acumulaciones de personas vividas esta vez. Y es que, «el jueves es el día más difícil porque hay que 'pulserear' a todo el mundo, por lo que el próximo año pediré que corten el tráfico antes, para empezar antes y que no se formen multitudes como ocurrió donde el pórtico», explica.
