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Las inflitraciones con toxina botulínica en la zona afectada provocan una interrupción selectiva del sudor de 5 meses en las palmas de las manos.
'Botox' contra la hiperhidrosis

'Botox' contra la hiperhidrosis

Según los expertos, la toxina botulínica tipo A reduce el volumen de sudor en el 93% de los casos y la mejoría se nota desde la primera semana de tratamiento

redacción

Martes, 12 de julio 2016, 14:12

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Sudar en una entrevista de trabajo, durante una primera cita o cuando se habla en público son situaciones en las que puede darse un problema de sudoración, pero para las personas que padecen hiperhidrosis este problema se agrava, ya que para ellos, que sudan sin control alguno, el simple hecho de dar la mano húmeda resulta incómodo y vergonzoso. «La hiperhidrosis o sudoración excesiva es una enfermedad que provoca que las personas que la sufren rehuyan el contacto social y se encierren en sí mismas», afirma el doctor Santiago Vidal, Jefe del Servicio de Dermatología del Hospital Central de la Defensa y Director de la Clínica Dermogalénica de Madrid.

Se estima que la prevalencia de hiperhidrosis llega hasta el 3% de la población. A partir de estos datos, se calcula que en España más de 1.400.000 personas conviven con esta patología. A pesar de que los estudios publicados indican que la hiperhidrosis no hace distinción de sexo, «por nuestra experiencia, sabemos que el número de mujeres que consultan y reciben tratamiento por hiperhidrosis severas es más del doble que el de los hombres», asegura el experto. «Los estudios de calidad de vida avalan que a las mujeres les preocupa más este trastorno que a los hombres y son más proclives a solicitar consejo médico por este motivo», afirma el doctor.

El sudor es un mecanismo muy útil que permite al ser humano eliminar el calor, sin embargo, la hiperhidrosis o sudoración excesiva es una enfermedad que puede clasificarse en primaria o emocional, cuando afecta a palmas, plantas, axilas o frente y se manifiesta solamente cuando el paciente está despierto; o secundaria, cuando está asociada a alguna otra enfermedad como infecciones, neoplasias o trastornos neurológicos y endocrinológicos.

Hay casos especiales de hiperhidrosis generalizada, «que se observa en áreas extensas del cuerpo y no cesa por la noche, como se ve en embarazadas, en la menopausia o en personas obesas, evidentemente es más propia de edades medias», matiza el experto.

La hiperhidrosis localizada en palmas y plantas, «suele aparecer en la infancia, mientras que la que afecta a axilas, en la adolescencia para luego mantenerse o ir bajando poco a poco en adultos y desaparecer en los mayores», explica el doctor Vidal.

Los pacientes se quejan de que el sudor empapa incontroladamente su ropa en las axilas, lo que en ocasiones les obliga a cambiarse varias veces, les gotea en las manos de forma permanente o desencadenada por situaciones de tensión mínimas, como entrar en una tienda o ante la presentación de una persona. «Esto tiene unas consecuencias muy negativas sobre la calidad de vida de los pacientes, que se ve muy deteriorada, incluso más que la de pacientes con enfermedades con repercusiones graves para la salud, como artritis reumatoide o esclerosis múltiple», explica el experto.

Ante estas situaciones, hombres y mujeres optan por comportamientos diferentes, «las mujeres tienden a elegir ropa oscura e incluso, en reuniones de trabajo, llevan varias prendas iguales para poderse cambiar», señala el doctor. En cuanto a los hombres, «lo que suelen hacer es no quitarse la chaqueta y llevan pañuelos o toallitas en el bolsillo», apunta.

De las sales de aluminio al 'botox'

Cuando los tratamientos iniciales como las sales de aluminio, la iontoforesis, o los anticolinérgicos, entre otros, no consiguen controlar esta patología, «la toxina botulínica tipo A bloquea temporalmente la excesiva estimulación nerviosa que provoca la hiperhidrosis en la zona tratada», explica el dermatólogo.

Con un 89% de pacientes satisfechos en la primera semana y hasta un 93% en la semana 16*, el tratamiento consiste en realizar unas pequeñas infiltraciones en la zona afectada, lo que provoca una interrupción selectiva del sudor de 5 meses en palmas y alrededor de 7 meses en axilas. «Por lo que si se aplica en primavera o en verano dura hasta final del año», matiza el doctor Vidal.

Si se realiza una adecuada prescripción para el tratamiento de la hiperhidrosis primaria, la toxina botulínica tipo A tiene un buen perfil de efectividad frente al mal olor generalmente asociado al sudor. Entre sus ventajas para los pacientes, el doctor destaca «la rapidez del procedimiento; molestias leves; nulos o escasos efectos secundarios (derivados de las inyecciones, como un pequeño hematoma); y su notable repercusión en la mejora de calidad de vida de los pacientes».

*Eect of botulinum toxin type A on quality of life measures in patients with excessive axillary sweating: a randomiced controlled trial. M.K. Naumann y col. on behalf of the botox hyperhidrosis clinical study groupBr J Dermatol 2002 Dec;147(6): 1218-1226

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