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La claves de la guerra contra el tabaco a nivel mundial

Desde multar por fumar en la calle hasta prohibir comprar cigarrillos de por vida a toda una generación, la batalla contra el tabaquismo se recrudece en el mundo

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Martes, 11 de diciembre 2018, 19:22

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El gesto de encender un cigarrillo y aspirar su humo mata al año a más de seis millones de personas en el mundo, 890.000 más si se cuentan a los fumadores pasivos. De esos fallecimientos, 60.000 se producen en España. Además de perder años de vida, esta mortalidad supone para los estados un mayor gasto sanitario -pese a los impuestos que gravan su consumo- y una pérdida de ingresos y el dolor de ver sufrir a un ser querido para las familias afectadas. En las últimas décadas, la guerra contra el consumo de tabaco se ha recrudecido por parte de los gobiernos de los diferentes países del mundo, aunque de forma desigual. Subidas de impuestos, regulaciones publicitarias o, directamente, prohibición de fumar en bares y restaurantes, son las medidas más comunes.

En España, sin embargo, las alarmas han saltado después de que el consumo de cigarrillos haya vuelto a niveles previos a la entrada en vigor de la ley antitabaco. Un 40% de la población española consume cigarrillos, en su mayoría hombres (46%, frente al 35,8% de mujeres). En general, el 34% lo usó diariamente en 2017, casi lo mismo que una década antes (34,9%). Ese aumento se ha notado de forma especial en los jóvenes, que fumaron un 5% más que en 2016.

La ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, ya ha advertido de que el Gobierno va a tomar medidas y no descarta que algunas de ellas sea la prohibición de fumar en el coche familiar, en el que se transportan niños. Al ser del «ámbito privado» como lo es también el domicilio, Carcedo prefiere apelar a la «responsabilidad de los padres», puesto que «son padres para cuidar a sus hijos en todos los ámbitos, y esa responsabilidad debe operar también en el ámbito privado».

Unas normas que serían bien recibidas por los colectivos médicos y las diferentes asociaciones que luchan contra el tabaquismo. «Los datos de la última encuesta son preocupantes, no nos los esperábamos. Pero no se han hecho los deberes y esperamos que sirvan de revulsivo para que el Ministerio de Sanidad tome medidas», explica el doctor Andrés Zamorano, médico de Atención Primaria y vicepresidente del Comité Nacional para la prevención del Tabaquismo (CNPT).

Zamorano propone «más sentido de Estado, que los Gobiernos sean valientes» a la hora de acabar con «una lacra que produce 60.000 muertes al año, mientras que los accidentes de tráfico, cuyas muertes son igual de trágicas, no superan las 1.800 y, sin embargo, reciben más atención». Por ello proponen «invertir más en campañas publicitarias, que el empaquetado de los paquetes de tabaco sea neutro y que no se permita fumar en estadios abiertos durante eventos deportivos o conciertos». También apuestan por regular la fiscalidad con la que están gravados todos los formatos, «no puede ser que la gente se pase al tabaco de liar porque es más barato», o que no se permita fumar en las terrazas que estén cubiertas.

Precio medio de la cajetilla de tabaco en Europa

-Noruega: 12 euros.

-Reino Unido: 10,27 euros.

-Irlanda: 10,75 euros.

-Suiza: 7,41 euros.

-Francia: 7 euros.

-Suecia: 6,13 euros.

-Alemania: 6 euros.

-Italia: 5,20 euros.

-España: 5 euros.

-Porrtugal: 4,80 euros.

-Grecia: 4 euros.

-Rumanía: 3,50 euros.

Zamorano recuerda que «todas estas medidas han sido tomadas en países como Inglaterra o Francia, donde dejaron de fumar un millón de personas». El objetivo que se proponen ahora la Unión Europea y otros países es llegar a la cifra simbólica de un 5% de fumadores, una situación conocida como 'end game' (fin del juego en inglés). Aunque cada uno con sus propias armas.

Rusia: Putin contra el tabaco

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, que no fuma ni bebe alcohol, ha iniciado una guerra contra el tabaco en un país en el que un tercio de sus 144 millones de habitantes fuma. El Ministerio ruso de Sanidad quiere prohibir a cualquier persona nacida después de 2014 comprar cigarrillos, incluso cuando alcance la edad legal para hacerlo. La medida entrará plenamente en vigor en 2033 y supondría que la primera generación de rusos nacidos en este siglo sería la última en fumar tabaco. Adenás, los empleados que fumen en el trabajo tendrán que hacer más horas extra.

Japón: se permitirá en la mitad de los bares

Máquina de tabaco japonesa con medidas de seguridad para evitar que los menores compren cajetillas.
Máquina de tabaco japonesa con medidas de seguridad para evitar que los menores compren cajetillas. Efe

Japón, uno de los países tradicionalmente más permisivos con el tabaco, aprobó en julio una ley antitabaco más restriciva que entrará en vigor en 2020, coincidiendo con la celebración de los Juegos Olímpicos de Tokio. En bares y restaurantes fumar estaría prohibido en principio, salvo para locales con un área para clientes de hasta 100 metros cuadrados o un capital de 50 millones de yenes (unos 390.000 euros), que ni siquiera tendrían que establecer áreas separadas si ponen un cartel en la entrada que indique que es un «espacio para fumadores». Con estas condiciones, alrededor del 55 % de los restaurantes del país quedará. exentos.

La normativa municipal de Tokio es algo más resctrictiva, y prohibirá fumar en todos los bares y restaurantes que cuenten con empleados -esto excluiría a negocios regentados únicamente por su propietario- independientemente de sus dimensiones.

Estados Unidos: disparidad entre regiones

Cajetillas de tabaco estadounidenses en las que se muestran imágenes agresivas para concienciar a los fumadores.
Cajetillas de tabaco estadounidenses en las que se muestran imágenes agresivas para concienciar a los fumadores. Efe

En Estados Unidos, donde anualmente fallecen 440.000 personas al año por muertes relacionadas con el tabaco, está prohíbido fumar en todos los restaurantes, sitios públicos y centros de trabajo en 27 de los 51 estados del país. En el resto, como Texas o California, las leyes son menos restrictivas.

Sin embargo, la Food and Drug Administration, organismo que se encarga de regular el tabaco a nivel nacional, tiene una solución más imaginativa: reducir la nicotina que lleva cada cigarrillo. Al contener menos de esta sustancia, justifican desde la organización, es «menos probable enganchar a un fumador». Sin un cigarrillo light contine unos seis miligramos, la idea sería bajar la cantidad a 0,5.

China: el país con más fumadores del mundo

Un hombre vende cartones de cigarrillos en un estanco en Pekín.
Un hombre vende cartones de cigarrillos en un estanco en Pekín. Efe

En China fuman más de 300 millones de personas (el 23% de la población del páis) y mueren 1,4 millones por causas relacionadas con el tabaco. La edad media a la que un niño chino comienza a fumar es 10,7 años. En Pekín han querido ponerse serios con el tema y las autoridades locales prohibirán fumar en espacios cerrados públicos. También se extenderá el veto a algunos espacios abiertos si tienen interés histórico o cultural o se encuentran cerca de alguna escuela infantil.

Las sanciones serán fuertes: desde 200 yuanes (30 euros) a 10.000 yuanes (1.500 euros) si el sancionado es un establecimiento que permite fumar en su interior. Para cumplir la ley, se desplegarán por la ciudad más de 1.000 inspectores que vigilaran que nadie consuma cigarrillos donde no se debe.

Unión Europea: hacia una directiva común

Aunque cada estado miembro de la Unión Europea tiene su propia regulación en materia de tabaco, Bruselas prepara una directiva común para todos ellos que afectará a la cadena de distribución del tabaco, desde sus fabricación hasta su consumo.

En su última directiva sobre tabaquismo, la UE propuso que desapareciera el tabaco de sabores y que las cajetillas llevaran advertencias en, al menos, el 65% de su superficie. Ahora, con una nueva en marcha, estas pasarían a ser totalmente neutras, es decir, que no contuvieran la marca del fabricante, aunque sí los avisos sanitarios. También se está estudiando una subida de, al menos, el 20% del precio de estos paquetes a propuesta de las asociaciones médicas europeas, que argumentan que con esa cifra se notaría un descenso en el consumo. Además de la consabida prohibición de fumar en el coche familiar o en las playas públicas, facilitar y financiar el acceso a profesionales y tratamientos sanitarios y ampliar la normativa sobre tabaco y publicidad a los nuevos productos.

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